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Mafer se marchó por poco después de las diez. Rubén sabía que también él debería regresar a su casa, pero algo lo retuvo.

Quería hablar con Irina acerca del robo del dinero y comprobar si su amiga tenía alguna teoría. Quería preguntarle por qué razón ella y Mafer se habían comportado de un modo tan extraño, tan tensas, durante toda la noche. Sin embargo, no están muy segura de atraverse a hacerlo.

Irina echó otro leño al fuego bostezando ostensiblemente.

- El fuego siempre me da sueño - dijo, dejándose caer sobe el sofá -. Y bien... ¿le pedirás a Reborn que salga contigo o deberé hacerlo yo? - preguntó mientras sus ojos brillaban divertidos.

- ¿Cómo? ¿Pedirle que salga conmigo? - repitió Rubén a quien la pregunta había cogido desprevenido -. Pero bueno... ¿cómo vas a pedirle que salga contigo, Irina? Tú y Mafer...

- Mafer no tiene por qué enterarse - declaro Irina sonriendo.

- Bueno, tal vez... - comenzó a decir Rubén, sintiendo que se ruborizaba.

- Sé que te gusta - afirmó Irina para darle un leve golpe en el costado -. ¡Se me acaba de ocurrir algo divertido! ¿Qué te parece si hacemos una pequeña apuesta? Ya sabes... quién de los dos consigue salir primero con Reborn.

- ¿Una apuesta? ¿Quieres decir... apostar dinero?

Irina se echó a reír.

- Bueno, que sea por dinero. Digamos... diez pavos. No será más que una pequeña competición. El primero que consiga salir con Reborn se lleva el dinero.

Antes de que Rubén pudiera responder, el teléfono inalámbrico que había detrás del sofá comenzó a sonar. Irina lo cogió enseguida.

- Ah, sí, hola Lana. ¿Quieres participar en nuestra apuesta?

Rubén escuchó pacientemente mientras Irina le explicaba a Lana los detalles de la apuesta.

- Sara se pasa todo el tiempo trabajando, Lanita. Jamás se enterará - le aseguró Irina -. Sí, claro que sí, nuestro amado Ruru también participa en la competición.

Discutieron el asunto un poco más y luego Irina se volvió hacia Rubén.

- Lanita también participa... Nos vemos mañana; Lanita - se despidió de su amiga y cortó la comunicación -. Una cita con Reborn y el ganador se lleva veinte pavos. ¿Qué me dices?

Rubén lanzó un profundo suspiro. Sabía que era demaciado tímido como para pedirle a Reborn que saliera con él. A Irina, en cambio, no le costaría nada acercarse directamente a él e invitarlo a ir al cine o a cualquier otra cosa. Tampoco Lana se cortaría un pelo.

- Yo seré quien pierda la apuesta - dijo Rubén suavemente -. Pero está bien, aceptó el desafió.

Al poco rato Rubén recogió su sudadera e Irina lo acompaño hasta la puerta de su casa.

- Te veré por la mañana - dijo Rubén, y a continuación las palabras brotaron por sí solas de su boca -: ¿Por qué tú y Mafer se habéis comportado de un modo tan extraño esta noche?

- ¿Qué dices? - reaccionó Irina sorprendida.

- Sí, habéis actuado como si estuvierais... no sé... nerviosas - dijo Rubén -. ¿Tenéis algún problema? ¿Sucedió algo especial?

Irina dudó un instante antes de responder.

- Bueno, algo por el estilo, si... - repuso de mala gana, clavando sus ojos en los de Rubén.

- Yo, bueno... - dijo Rubén, sintiéndose muy apenado ante aquella situación -. ¿Qué clase de problema? - preguntó, bajando la mirada.

Irina vaciló de nuevo.

𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐞𝐰 𝐆𝐮𝐲 ¡! [Ruborn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora