22

32 4 0
                                    

— Por favor deja que me valla — suplicó Rubén.

Reborn se apartó de él y se puso rápidamente de pie. Respirando con dificultad, permaneció allí, erguido ante él.

— No te vas a ir a ningún lado — repitió —, hasta que me hayas explicado por qué no me crees.

Rubén se incorporó y logró ponerse de rodillas. Los fríos charcos de agua de lluvia le habían empapado los tejanos. El codo le dolía mucho allí donde se lo había golpeado al caer.

— Dime, Rub — dijo Reborn con suavidad, bajando el tono de su voz —. Por favor, dímelo. Necesito saberlo, ¿si?

«No sabe si mostrarse enfadado o amable conmigo — pensó Rubén —. No puede decidir si debe gritar o suplicar. Está confundido... Conway... Reborn. Conway... Reborn.

»Sólo sé una cosa con seguridad.

»No va a dejar que me marche.

»Está loco y no va a dejar que me marche. »

Una enceguecedora luz blanca lo hizo gritar.

Se llevó las manos a la nuca. Por un momento pensó que Reborn le había golpeado y que estaba viendo estrellas.

Pero cuando la luz se acercó comprendió que se trataba de faros. Faros de un coche.

Finalmente sus padres habían regresado a casa y entraban por el camino de acceso al garaje.

— ¡Reborn... son mis padres! — le dijo —. ¡Mis padres están aquí!

Sin embargo, cuando se volvió comprobó con sorpresa que Reborn había desaparecido.

.          .       .   (^._.^)ノ.          .         .

Cuando el timbre del despertador sonó a la mañana siguiente, Rubén despertó con una angustiosa sensación de temor. Se cubrió la cabeza con las mantas, tratando de sofocar así las voces de sus padres que ya se ajetreaban en la planta baja.

No quería ir al instituto. Tenía que Reborn pudiera estar allí, esperándolo.

Se dió cuenta de que Reborn le daba más miedo que nunca.

Le había visto tal como era, en su peor momento. La noche anterior había conocido su lado violento.

¿Por qué la policía le había dejado marchar? ¿Por qué no veía lo peligroso que era Reborn? ¿Por qué siempre creía sus excusas y sus coartadas?

«No me sentiré a salvo hasta que se lleven a Reborn de aquí — se dijo Rubén —. No puedo sentirme seguro hasta que haya sido arrestado y puesto entre rejas. »

.         .          .       (ᵔᴥᵔ).           .          .

Como Rubén se figuraba, nada más entrar en el vestíbulo de instituto, Reborn fue a su encuentro. Al verlo acercarse, él corrió hacia el lavabo de las chicas y aguardo allí dentro hasta que sonó el timbre. Debía de agradecer que durante ese tiempo no entro ninguna chica o hubiera alguna cuando entro, había sido realmente una gran suerte.

Más tarde tuvo que salir corriendo del comedor cuando él intento hablarle. Y por la tarde, oculto en la biblioteca, se saltó la clase de química, porque sabía que Reborn estaría allí, aguardándolo en su mesa de laboratorio.

Cuando terminaron las clases Rubén guardó con rapidez los libros en su mochila, ansioso por salir cuanto antes del edificio. Cerró de un golpe la puerta de su taquilla y camino deprisa por el pasillo central en dirección a la salida.

𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐞𝐰 𝐆𝐮𝐲 ¡! [Ruborn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora