Se obligó a incorporarse. Tenía que lavarse y vestirse. Sara llegaría en cualquier momento. Se dirigió al cuarto de baño a través del pasillo y se lavó la cara con agua fría. Tenía la sensación de que se movía en cámara lenta, como si su cuerpo pesara una tonelada.
Se vistió con un pantalón holgado y una sudadera, se colocó zapatos deportivos y bajó las escaleras para aguardar a Sara.
- ¿Mamá? ¿Papá?
Una nota pegada a la nevera le informó que sus padres habían salido de compras.
- Tal vez Irina sepa algo - se dijo en voz alta, sintiendo que el miedo le oprimía la garganta.
Llamó a casa de su amiga pero la línea estaba ocupada. Con un gesto de exasperación colgó el auricular para volver a cogerlo enseguida y marcar el número de la casa de Lana.
Sus dedos temblaban de tal modo que tuvo que intentarlo tres veces antes de poder marcar correctamente.«Por favor, Lanita, quiero que estés en tu casa, a salvó - pensó -. Por favor... quiero que estés en casa...
» Tal vez me esté preocupando por nada - se dijo Rubén, mientras escuchaba sonar el timbre del teléfono -. Tal vez Lanita ya esté en su casa. Tal vez se lo haya pasado tan bien con Reborn que pasó toda la noche afuera...
» Por favor, quiero que estés en casa, Lanita, por favor...»
Finalmente fue Oliver, el hermano pequeño de Lana, quien cogió el auricular cuando el teléfono ya había dado cinco largos e interminables timbrazos.
- ¿Oliver? Soy Rubén Doblas. ¿Está tu mamá?
- Espera un momento, Rubén, voy a buscarla.
A través de la línea, oyó el sonido inconfundible de alguien que lloraba. No era una buena señal. Se estremeció. Luego oyó la voz de Oliver y el sonido de unos pasos.
Finalmente la señora Holmes se puso al teléfono.
- Rubén... ¿está Lanita contigo? ¿La han encontrado? ¿Has sabido algo?
El ritmo frenético de sus preguntas revelaba su estado de pánico.
- No, señora Holmes - repuso con voz temblorosa -. Yo-yo pensaba que ya habría regresado a casa.
- No, no está aquí - dijo la madre de Lana entre sollozos -. Su padre, la policía, todos están buscándola. Están... están... - Pero el llanto le impidió terminar la frase.
- Señora Holmes... - dijo Rubén, deseando terminar aquella conversación para que la pobre mujer no se sintiera todavía más afligida.
- Todo el mundo está buscándola - continuó la señora Holmes, haciendo un esfuerzo para controlar su angustia -. Están buscando a Lanita y a ese chico con el que salió.
- ¿Cómo? - preguntó Rubén -. ¿Reborn? ¿Reborn también ha desaparecido?
- Sí - repuso la madre de Lana -. Me temo que el chico también ha desaparecido.
. . . (=`ェ'=) . . .
Sara llegó unos pocos segundos después de que Rubén hablara con la señora Holmes por teléfono. Permaneció de pie ante la puerta, vestida con unos amplios y arrugados pantalones y una sudadera manchada. Tenía el rostro desencajado, los ojos enrojecidos y enmarcados por oscuras ojeras.
Rubén la recibió con un «¡Hola!» escueto y sostuvo la puerta para que Sara entrara. Pero ella no se movió.
- ¿Podemos dar una vuelta en coche, por favor? - preguntó con un tono de voz que expresaba todo su abatimiento, y echó a andar hacia su Ford Escort amarillo -. No tengo ganas de estar quieta.
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𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐞𝐰 𝐆𝐮𝐲 ¡! [Ruborn]
FanfictionCuando el guapo y misterioso Reborn llegó a Assaet High, todas las chicas querían salir con él, incluso aquellas que ya tenían novio. Rubén, Lana e Irina llegaron a hacer una apuesta: ¿quién de ellos conseguiría la primera cita con el chico? Pero en...