El rostro de Lanita estaba de lado y medio enterrado en diez centímetros de lodo. La parte superior del cráneo había sido aplastada como si se tratara de una cáscara de huevo. Un grueso círculo de sangre seca había cubierto y enmarañado sus cabellos rubios.
Los insectos rondaban su cuerpo inserte. Rubén miro horrorizado una mosca que se paseaba lentamente por el rostro de Lanita; pasó sobre un ojo y luego se introdujo en la boca abierta.
Con una exclamación de horror Rubén se volvió de espaldas y cerró los ojos. Sin embargo, aquella visión horripilante permaneció grabada en su mente.
- ¡Lanita! ¡Lanita! - El grito de angustia de Sara rasgó el aire.
La muchacha se arrodilló junto al cuerpo de su novia y cogiendo su mano pálida e inserte de Lana empezó a frotarla como si con ese gesto pudiese devolverla a la vida.
- ¡Lanita! ¡Lanita!
Rubén se dejó caer sobre un montón de hojas frías y húmedas e inclinó la cabeza hacia adelante hasta posarla sobre las rodillas. Pensó que estaba a punto de desmayarse.
« Respira. Sólo respira profundamente », se dijo.
Lentamente volvió a levantar la cabeza, luchando por respirar con normalidad. Los árboles parecían gritar a su alrededor. El viento daba la impresión de envolverlo, llevando hasta él el olor del cadáver. Rubén procuró aguantar la respiración pero sintió náuseas.
Resistió el impulso de volver a mirar el cuerpo de su amiga. Lo que había visto una a darle horribles pesadillas durante toda la vida.
- ¡Lana! ¡Lanita! - Sara iba repitiendo ese nombre, como en una cantinela llena de espanto e incredulidad -. ¡Lana!
« Tenemos que buscar ayuda. Tenemos que salir de aquí. », se dijo Rubén.
Se puso en pie.
Sara, desolada, continuaba llamando a Lana mientras que frotaba con frenesí su mano inerte.
- ¡Sara! - dijo Rubén con severidad y su voz se repitió como eco en la profundidad del bosque. Cogió a Sara por el cuello de su sudadera y tiro de ella hacia arriba hasta apartarla del cadáver —. Sara, vámonos de aquí — le suplicó, sacudiéndola —. Tenemos que llamar a la policía, por favor, Sara...
Una mosca zumbó junto a la oreja de Rubén y ese sonido pareció crecer hasta tapar todos los demás. ¿Se trataba de una sola mosca o ocaso eran miles? Rubén cerró los ojos, pero todavía continuaba viéndolas. Todavía oía el zumbido. Moscas. Descendían como una muerte negra sobre la que una vez había sido su hermosa amiga.
. . . ʕ´•ᴥ•'ʔ . . .
La radio crepitaba dentro del coche policial. Los dos oficiales de policía ya habían examinado el cuerpo de Lana y ahora regresaban a su vehículo para reclamar más ayuda.Rubén permanecía de pie al borde del camino, observándoles.
Había conducido a Sara hasta su coche y la había dejado allí mientras corría hasta una de las cosas de la calle del Terror para llamar a la policía, que llegó al cabo de unos pocos minutos.
Rubén fue quien les condujo hasta su amiga muerta.
«¿Dónde está Reborn?», se preguntó repentinamente, cerrando los ojos con fuerza.
«Encontramos a la pobre Lanita, sí, pero... ¿dónde está Reborn?»
Hasta aquel momento no habían hallado el menor rastro del chico nuevo. ¿Acaso también estaba muerto? ¿Yacería su cuerpo sin vida entre los árboles del bosque?
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𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐞𝐰 𝐆𝐮𝐲 ¡! [Ruborn]
FanfictionCuando el guapo y misterioso Reborn llegó a Assaet High, todas las chicas querían salir con él, incluso aquellas que ya tenían novio. Rubén, Lana e Irina llegaron a hacer una apuesta: ¿quién de ellos conseguiría la primera cita con el chico? Pero en...