Rubén sintió que un escalofrío helado le recorría la espalda. Echó un vistazo al salón del restaurante y vio con toda claridad que Mafer e Irina no le quitaban la vista de encima.
— Esa anciana es mi abuela — le confío Reborn —. Y, la verdad, no está bien de la cabeza. A veces tiene estados de confusión. Suele llamarme por el nombre de mi padre. Y en otras ocasiones confunde a mi padre con su hermano menor que murió hace veinte años — concluyó con un suspiro —. Créeme, no es fácil vivir con ella.
— Lo-lo comprendo — dijo Rubén, sintiéndose aliviado.
— Ésa es la verdad — añadió Reborn —. ¿Me crees? — dijo, aunque en realidad no se trataba de una pregunta, si no de una especie de desafío —. Nadie en esta ciudad parece creer una sola de mis palabras — prosiguió con amargura, sin esperar a que él le respondiera —. ¿Y tú, Rubén, qué opinas tú? ¿Me crees? ¿O también opinas que soy un mentiroso?
Rubén sintió un nudo en la garganta. Se sentía furioso y herido al mismo tiempo. Éste no era el Reborn que había visto la noche anterior. Éste se mostraba tosco y enfadado. Era un Reborn totalmente diferente.
— ¿Qué sucedió? — le preguntó con voz temblorosa —. ¿Dónde estabas esta mañana? Mafer me dijo que te habían arrestado.
— ¿Qué problema tiene Mafer? — preguntó Reborn, dedicando una mirada furiosa a Mafer e Irina, que continuaba sentadas en el otro extremo del salón.
— Todo el mundo habla de ti — dijo Rubén.
Reborn se volvió, apartando la vista de él para clavarla, a través de la ventana, en el cielo gris y helado.
— ¿Y bien? ¿Dónde estabas esta mañana?
— En la comisaría de la policía — dijo en voz muy baja, evitando su mirada.
— ¿Quieres contármelo? — le preguntó Rubén sintiéndose realmente preocupado por él.
— ¿Qué hay que contar? — repuso Reborn con tono seco —. Me han hecho más preguntas acerca de Lana. Supongo que tu amiga Sara le dijo a la policía que Lana robó los mil doscientos euros de la recaudación del baile del colegio.
— ¿Lo hizo? — preguntó Rubén sin poder ocultar su estupefacción.
— La policía me ha dicho que estuvieron buscando el dinero en casa de Lana y entre todas sus pertenencias y que no pudieron hallar un solo centavo. Incluso intentaron investigar la cuenta bancaria de sus padres. Sin embargo, y escucha bien lo que te digo... ¡apenas si tienen dinero!
— ¡Eso es terrible! — murmuró Rubén.
— De modo que naturalmente vinieron a buscarme a mi — prosiguió Reborn con una sonrisa se desprecio —. Querían saber qué sabía acerca del dinero. Por supuesto que yo no sabía nada. Pero sí sabía exactamente lo que ellos suponían. Ellos pensaban que yo me lo había llevado. Creen que yo... — y se interrumpió unos segundos para sacudir la cabeza con pesar —. ¿Qué es lo que piensas tú, Rubén? ¿Crees que soy un ladrón y un....?
«Asesino.»
Rubén acabó mentalmente la frase por él.
Un ladrón y un asesino.— No, por supuesto que no — respondió rápidamente.
«¿Realmente estoy tan seguro?», se preguntó.
«¿Realmente estoy tan seguro de lo que pienso?»
— Por supuesto que no creo semejante cosa — repitió Rubén como si tratara de convencerse a sí mismo.
Reborn se permitió una sonrisa amarga.
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𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐞𝐰 𝐆𝐮𝐲 ¡! [Ruborn]
FanfictionCuando el guapo y misterioso Reborn llegó a Assaet High, todas las chicas querían salir con él, incluso aquellas que ya tenían novio. Rubén, Lana e Irina llegaron a hacer una apuesta: ¿quién de ellos conseguiría la primera cita con el chico? Pero en...