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Lo cierto es que si les digo cuánto tiempo más permanecí con Margareth mientras ella hablaba sobre lo fascinante que será mi nuevo trabajo, y lo que significa que una de sus empleadas trabaje en una de las constructoras más importantes del país y no sé que mierdas más, les miento. No recuerdo ni cómo salí de su oficina.
Estoy sentada en la cafetería y siento los nervios a flor de piel. Observo a Hanna comer su yogurt mientras me observa como la chismosa que es, todavía recuerdo su cara de retrasada mental cuándo una noche de copas le dije quién era el padre de mi hija.
No sé ni para qué le conté lo que acaba de pasar con Margareth en su oficina; ahora va estar jodiendo con lo mismo todo el día.
Sinceramente en estos momentos lo único que necesito es una madriguera para invernal por mil años más y no tener que pasar por esto.
Una vez que Hanna se cansa de mi falsa actitud de indiferencia, inicia con su característico y molesto interrogatorio:
—¿Que decisión piensas tomar? —dice lamiendo la tapa de su asqueroso yogurt dietético— Conociendo a Margareth de seguro ya ha dado por hecho que vas aceptar y estoy más que segura de ya envío la carta de confirmación.— pasó las manos por mi cara para no mandar abajo todo lo que tengo en frente con toda la frustración del momento. De eso no hay duda, Margareth es la persona más impulsiva que conozco.
—Sé a ciencia cierta que tarde o temprano tendría que enfrentarlo pero jamás pensé que me tocaría trabajar con él antes de decirle que tenemos una hija.
—Qué por cierto, no forma parte de su vida porque su madre se cree madre Teresa de Calcuta y lo alejó de ella a base de mentiras para que esté, alcanzara sus sueños. — dice haciendo exagerados ademanes con las manos como quién narrara una obra de teatro.
—Gracias Hanna, justo lo que necesitaba. — elevó mis ojos al cielo, pues, no porque ella tenga razón deja de ser molesto.
—¡Vale! Lo siento, pero tú vida es una completa locura. Netflix debería hacerte una serie, tal vez una película o algo así. —dice como si nada «juro por Dios que le voy a lanzar un tenedor a la cabeza».
—Si hubieses estado en mis zapatos, sabrías lo que se siente estar entre la espada y la pared—digo lanzándole un trozo de patata a la cabeza en su lugar—Éramos tan jóvenes que yo realmente no sabía que hacer, lo último que quería era derrumbar su futuro como una torre de naipes; es la persona más talentosa que he conocido jamás sólo mira todo lo que ha logrado en tan sólo cuatro años. —Le digo a Hanna en una retahíla de palabras sin siquiera tomar aire.
—A ver, primero que nada, cálmate que cuando me hablas así de rápido no entiendo la más mínima mierda.
—¿En serio crees que tengo motivos para estar calmada? —no puedo evitar enarcar una ceja-—En mi situación tengo derecho a subirme por las paredes si me apetece.
—Ivonne, lo entiendo perfectamente —dice tomando mis manos sobre la mesa de manera conciliadora— pero, ¿Y si ves esto como la oportunidad para resolver todo este embrollo? Tal vez la vida te está dando una oportunidad para que te acerques a él —Aprieta mis manos entre las suyas; no me había percatado de que mis dedos no dejaban de moverse productos de la ansiedad— Además, sigue siendo una gran oportunidad para impulsar tu carrera.— vuelvo a bufar molesta de que tenga la razón.
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El padre de mi Hija
RomanceTener una hija esta BIEN, que su padre lo sepa ya es AVARICIA . ¿A quién se le ocurre tener una hija para ocultarle su existencia a su padre por 4 años? 🤡 ¿Y para terminar de rematar, va y se mete a trabajar a la empresa de su ex? Si crees qu...