*****Ernesto y yo tenemos toda la mañana tratando de adelantar un poco las cosas con los condominios Banners. Es un proyecto súper importante y por lo visto aún nos queda mucho en lo qué trabajar.
Este, está dando vueltas en su silla hace no sé cuánto tiempo y comienzo a desesperarme. Me impacienta la gente que no puede estar quieta. «Por eso Dios te premio con una hija revoltosa para que aprendas». Dice la molesta vocecita de mi cabeza que siempre anda hablando sin que le pregunten.
—¿Será que puedes dejar tu culo quieto sobre la silla? Me desesperas— le digo en un intento porque detenga el va y ven que me tiene a punto de saltar por la ventana.
Ernesto para con sus molestos movimientos y me mira con diversión. Estos días que hemos estado trabajando juntos, nuestra relación se ha vuelto más amena, ya he perdido el total interés amoroso en el, es un verdadero idiota, y muy simpático debo reconocer. En pocas palabras, es un tipo agradable con quien espero tener una muy prolija amistad. «La verdad es que no tienes chance con él, es el mejor amigo de tu exnovio y padre de tu hija boba». ¡Cállate conciencia de mierda!
—¿Se puede saber a ti que te pasa? —pregunta Ernesto de manera repentina— Hoy pareces estar más amigable que de costumbre— añade mientras soy producto de su escrutinio.
Después de lo ocurrido con Alexander en la mañana, no he estado en mis cabales. Sus palabras me afectan más de lo que estoy dispuesta a reconocer y es una verdadera mierda.
—No estoy de humor, así que te agradecería que me ayudes un poco con estos planos— es todo lo que digo antes de fijar mi vista nueva vez en el trabajo.
Este toma uno de las tantas hojas que ya he dañado tratando de hacer un bosquejo decente y lo hace una bolita antes de intentar encestar en el zafaron; falla por milésima vez.
—Relájate un poco, mira que ya llevamos gran parte del trabajo adelantado.
—Si pero adelantado no significa terminado así que trabaja. — Su mirada adquiere ese todo burlesco tan característico del que he sido víctima desde que trabajo codo a codo con Ernesto.
—Cualquiera diría que aquí el subalterno soy yo, si parece que eres la jefa aquí. —Creo que dejo escapar mi primera sonrisa del día.
—Lo siento ¿Vale? He tenido un día horrible y sé que no tienes la culpa pero en serio que no colaboras tarado — le lanzo una de las bolitas de papel a la cabeza.
—¡Auch! —dice de manera exagerada— no sé qué estará pasando por aquí pero me atrevo a decir que tú mal humor tiene nombre y apellido.
—¿Que comes que adivinas?
—Estuve en la oficina de Alexander hace poco y no está de mejor humor que tú, sólo tuve que sumar dos más dos.
—¿Cuál es la sorpresa con Alexander? Siempre tiene un humor de mierda; cualquiera diría que le han metido un palo por el...
Escucho a alguien carraspear y dada la cara de diversión que tiene Ernesto no tengo que voltear para saber quien es. Mierda.
—He venido por los informes de el proyecto Sinclair—dice sin reparar en mi persona. Su timbre de voz me tiene mal, no me atrevo siquiera a voltear.
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El padre de mi Hija
RomanceTener una hija esta BIEN, que su padre lo sepa ya es AVARICIA . ¿A quién se le ocurre tener una hija para ocultarle su existencia a su padre por 4 años? 🤡 ¿Y para terminar de rematar, va y se mete a trabajar a la empresa de su ex? Si crees qu...