Capitulo 8

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"Respira, todo estará bien."  Este ha sido mi mantra durante los últimos días para poder sobrevivir en esta jungla a la que muchos llaman entorno laboral.

La verdad es que no necesito palabras estupidas de meditación, porque lo que realmente necesito es mucha paciencia y esta brilla justamente por su ausencia.

Me explico; hace dos días estoy evitando a Alexander a toda costa, bajo ningún concepto quiero estar cerca suyo a cientos de metros a la redonda.  Está de más decir que cada que nos encontramos en una reunión me deja más que claro su desprecio hacia mí, la verdad es que quiero creer que me estoy alejando de él para evitar conflictos innecesarios y no por todas las sensaciones que despierta en mí, con sólo ver su imponente presencia. «Estoy jodida»

Cada que expulsa su veneno en mi contra; quisiera quedarme callada... supongo que eso de " Respetar a tus superiores"  no es lo mío, así que lo mejor será evitarlo hasta que tenga el valor suficiente para hablarle  de Ángela o en su defecto, largarme de aquí y nunca decirle nada.

A lo largo de esta semana me he replanteado mil veces como seria una relación con nuestra pequeña de por medio. Mi hija sabe que tiene un padre pero supongo que a esa edad creen cada cosa...

Otro dolor de cabeza es Antonella, y ciertamente mi vida era más simple hace una semana cuando no la conocía, puesto que tengo  la ligera sospecha de que está detrás de la gran cantidad de trabajo que me llega de terceros sin motivo aparente y que dada mi posición no puedo rechazar, por lo menos no todos los que me gustaría.

"La asistonta de Lucifer" como la ha apodado Kate, toma cualquier oportunidad para tratar de dejarme en ridículo y para la edad que creo tiene me atrevo a decir que es muy inmadura.

Cualquiera diría que la he tomado contra ella pero no puede ser casualidad que desaparezcan informes de mi escritorio los cuales me trasnoché para terminar a tiempo  o el hecho de ser mal informada de alguna reunión importante.

Hace unos días por ejemplo; llegué tarde por recibir la hora equivocada de una junta, como premio  recibí las tan cordiales reprimendas de Alexander, nótese el sarcasmo.

Todo esto puedo decir que es culpa de Hanna y si se preguntan por qué aquí les caigo;

** FLASHBACK de hace unas semanas...**

Me encuentro  sentada con Hanna en una cafetería del centro, donde hemos  estado de compras hace unas horas.

Tengo los pies muertos de tanto caminar y correr tras Ángela, quien ahora se encuentra frente a mi en una piscina de pelotas multicolores feliz de la vida, mientras, yo no me explico en qué momento la adorable  Ángela que saqué de casa hace un par de horas, se ha convertido en esa criatura despeinada, embarrada de helado de fresa hasta por los oídos y  sólo en calcetines, que ahora me saluda cada que va a lanzarse del resbaladizo.

Por momentos me pregunto si no me la habrán cambiado por otra en el transcurso del día... a todo esto; ¿Dónde rayos ha dejado tirados sus zapatos?

Decido no estresarme más con Ángela y dejarla ser, Hanna por su parte, sigue insistiendo con lo mismo desde hace media hora, le he contado todos los infortunios que he tenido en la empresa estos días y no ha parado con la misma cantaleta;

El padre de mi HijaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora