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¿Donde rayos habrá quedado mi rizador de pestañas? Recuerdo perfectamente haberlo puesto aquí, pero últimamente todas mis cosas parecen haber agarrado patitas. A veces me pregunto si un día desapareceré yo también.En eso estoy cuando desde mi tocador escucho un ruido estridente que casi me hace saltar en mi lugar producto de la sorpresa, no tengo que pararme para saber que Ángela está haciendo de las suyas; no puedo evitar asustarme:
—Ángela, ¿¡Que fue ese ruido¡?— pregunto dejando de lado mi maquillaje.
—Nada mami— escucho una pequeña risita traviesa. «Nada... Ajá»
Como si no la conociera. Ángela es un pequeño terremoto, literalmente todo lo que toca lo destruye. Me ha tocado meter mi maquillaje bajo llave para evitar incidentes, pero no parece ser muy eficaz, puesto que algo siempre se escapa. Estoy intentando ponerme el delineador cuando me sobresalta y me pico el ojo:
—¡Buuuh! — Grita justo en mi oído. ¡Genial! Ahora voy a perder mi ojo derecho. Este comienza a lagrimearme y me temo que tendré que volver a ponerme la base si las lagrimas continúan.
—¡Cariño! ¿Que te he dicho de asustar a mamá? Me acabas de lastimar un ojo, ¿Quieres dejar a mamá ciega? — pregunto mientras aún permanezco con la mano sobre mi ojo como si fuese una pirata.
Niega de manera frenética con su cabecita con evidente preocupación. No voy a negar que estoy un poco enojada.
—Lo siento mucho mamá, ¿Me perdonas? — Eso es todo lo que necesito para que el enojo se disipe.
Cuando me mira con esos ojitos de borrego rumbo al matadero soy capaz de bajarle la luna si así me lo pidiese. Los niños son chantajistas de primera, créelo.
—Si te perdono, pero espero que no se vuelva a repetir.
—¿Me vas a castigar?— pregunta mientras abre mi paleta de sombras. Se la quito a toda velocidad.
—Es muy probable— agrego mientras intento reparar el desastre causado.
—¿Puedo ir con ustedes?
—No
—¿Por qué no? Si la tía Hanna va a ir yo también quiero ir. —Aquí vamos de nuevo.
Volteo en su dirección y pongo mi mejor cara. Lo último que necesito es un berrinche de esos que ella sabe hacer.
—Si, pero la tía Hanna es grande. Y sólo las personas grandes podemos ir.— me mira con evidente pesar y sus ojos amenazan con cristalizar.
He aprendido a no caer en sus manipulaciones usando esos dos faroles mortales que tiene por ojos, pero es difícil. Mi hija es excepcional, muy bien portada y obediente dentro de lo que cabe; aunque tiene sus días...
—Pero si me voy a portar muy bien, lo prometo. — dice mientras se pone entre mis piernas para que la acurruque.
—Hagamos una cosa— dejo un beso sobre su cabecita mientras está juega con mi collar— si te quedas y te portas bien con Abby, mañana vamos a ir a pasear todo el día. ¿Te parece?
Hace como si se lo estuviera pensando, puede ser muy ingeniosa cuando se lo propone.
—¡Vale! — Sale corriendo rumbo a Dios sabe dónde y término de arreglarme en paz.
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El padre de mi Hija
RomanceTener una hija esta BIEN, que su padre lo sepa ya es AVARICIA . ¿A quién se le ocurre tener una hija para ocultarle su existencia a su padre por 4 años? 🤡 ¿Y para terminar de rematar, va y se mete a trabajar a la empresa de su ex? Si crees qu...