—Presta atención, de acuerdo, sólo lo diré una vez.
—Sí —sonrió emocionada, observándolo.
Al fin aprendería algo nuevo, que le sería de utilidad, y más aún, sobre las mismas personas de dónde ella pertenecía.
—Existen cinco Superiores de primer orden, Tarafeil, Urafael, Iknorel, Mukamel, y yo.
—Que emoción, estoy aprendieron de alguien muy poderoso entonces. Es un honor ocupar este lugar, señor —sonrió.
—Los primeros tres han tenido hijos —le dijo ignorando la emoción de ella—. Algunos de sus hijos han sido considerados como superiores de segundo orden, debido a sus habilidades. Aquellos que han nacido con una habilidad no muy desarolla, o completa, se los han llamado Takeils.
—¿Yo soy una Takeil? —preguntó curiosa.
—No, no existe denominación para las mujeres con energía. Por los general, ellas terminan perdiendo la vida a temprana edad. No recuerdo haber conocido a otras de tu edad.
—¿A qué se refiere?
—No está permitido que las mujeres con poderes se desarrollen y vivan. Cómo orden directa, todo embarazo que sea de una niña, debe ser interrumpido. En caso de no evitarse, la niña no puede ser educada como un Takeil... Debe ser dejada a su suerte.
Nadiame lo observó y luego bajó la mirada.
—Eso quiere decir... Que soy un error.
—Por supuesto. Ahora sigamos. Los Takeils van a academias dónde se les enseña a como desarrollar y utilizar sus habilidades. Claramente tú no puedes ir a ese lugar, pero yo te ayudaré a aprender. Lo primero en tener en cuenta...
Nadiame lo observó, escuchándolo sin prestarle atención. Con cada nuevo detalle que aprendía de su pasado, más vacía se sentía su existencia.
Era aquello que jamás debió de haber nacido.
***
—Una semana después—La observó leer los libros que él mismo le había dejado el día anterior. Y era increíble lo rápido que aprendía, entendía y ponía en práctica.
—Nadiame.
Levantó la mirada y sonrió al verlo.
—Hola, Gabrale.
—¿Qué estás estudiando ahora?
—Aquí dice que los superiores controlan el espacio, el tiempo, la materia, eso quiere decir ¿Qué pueden controlar la vida y la muerte?
—Somos inmortales.
—Por lo tanto, no envejecen.
—Todo el que tenga sangre nuestra, no envejece.
—¿Yo tampoco? —sonrió.
—Así es, tú tampoco morirás por envejecer.
—Eso quiere decir que podré estar por mucho tiempo cerca tuyo —sonrió mirándolo a los ojos.
—¿Y por qué querrías eso?
—Me gusta estar cerca de ti, eres muy bueno conmigo —sonrió antes de continuar leyendo—. ¿Yo también podré manejar las habilidades de un superior?
—No, eso es algo que sólo los superiores pueden hacer.
—¿Y tú qué controlas, Gabrale?
—La materia, el tiempo.
—¿Y qué sería eso?
Extendió su mano hacia ella, y lentamente desintegró el libro que tenía en sus manos, antes de hacer un movimiento en sentido contrario, y devolverlo a su estado normal.
—Eso es increíble —pronunció sorprendida.
—Sí, pero es algo que no debe utilizarse, ya que altera el tiempo.
—Oh, entiendo.
—¿Has logrado descubrir algo nuevo en ti?
—Aún no sé a dónde van a parar las cosas que envío a los portales —sonrió incómoda—. Espero ese pobre oso se encuentre bien.
Gabrale la observó y le fue imposible no sonreír levemente... La sonrisa de Nadiame podía ser muy contagiosa.
—Descuida, él debe estar bien.
—Gabrale, gracias una vez más por salvarme, por darme la oportunidad de aprender, y sobre todo, un hogar —sonrió—. Algún día voy a devolverte todo lo que haces por mí.
...