El principio de las despedidas

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El principio de las despedidas.


Bueno, podría decir que esto es inesperado, pero no lo es.

Mi vista se desplaza por los globos negros y rojo sangre, la música suena de forma muy baja y hasta el momento solo Fabienne y Dietmar se encuentran aquí, de hecho éste último se encuentra poniendo la última letra de un letrero que no sé qué dice hasta que se baja:

"Feliz viaje, no te mueras." Sí, incluso tiene el punto final.

Admito que no puedo luchar contra la corta  risa que emito porque por supuesto que ese sería el emblema de mi fiesta de despedida. Mi reacción parece gustarle a los dos mocosos, ya que ambos me sonríen y luego la menor de todos nosotros se encarga de poner música, lo que me hace fruncir el ceño porque de hecho estaba complacido con el silencio y en lugar de poner música a un volumen normal, cómo lo haría una persona que no desea hacerse explotar los tímpanos, el volumen es tan extremo que estoy seguro de que si las ventanas no estuviesen blindadas, estarían temblando o rompiéndose.

Dietmar me sirve un vaso de ron hasta el tope y me guía hacia una silla de hierro decorada con negro y blanco, pero con alguna loca sustancia simulando ser sangre corriendo por ella, no hace falta decir que es algo perverso, pero ¿Nos sorprende?

No, nos sorprende.

—Entonces ¿Simplemente me quedo sentado aquí? —pregunto enarcando una ceja.

—Simplemente eso, solo siéntate y pon tu mirada gruñona —Me pide Dietmar.

—O puedes ponerte de pie y bailar conmigo —dice Fabienne moviéndose al ritmo de la canción.

—Prefiero quedarme sentado en este trono de sangre —Doy un trago al ron, es impresionantemente bueno— y bájale a la música, es demasiado ruidosa.

— ¿Ruidosa? ¡Es música! —Grita para que pueda escucharla y le sube todavía más.

Doy otro trago, probando si de hecho eso podría hacer todo este ruido más agradable, no funciona, pero disfruto de un buen licor mientras ignoro a Fabienne y veo a Dietmar rellenarme el vaso pese a que solo he dado un par de tragos.

— ¿Quién te dijo que así se sirve el ron? —cuestiono.

—Es el estilo Die para la despedida de su hermano mayor —Deja la botella en la mesa de bocadillos que han montado y regresa hasta mí—. ¿Cuánto se necesita para embriagarte? No te he visto borracho, solo drogado.

Me contengo de la ganas de ponerme agresivo porque si de hecho Dietmar me vio drogado ha sido por aquella vez en Londres, cuando recién aparecía y decidió que ponerme un somnífero en la comida era una opción ideal para tomar mi teléfono y escribirle a Valerie en mi nombre cuando su gran boca reveló o aceleró el proceso de que ella supiera que yo era el anónimo pintor austriaco que tanto admiraba.

El pequeño idiota creía que yo estaba lo suficiente oxidado para pensar al despertarme que mágicamente había tenido un largo sueño, al menos, parece que aprendió a no intentar hacerlo de nuevo. Dietmar a veces tiene ideas que le parecen maravillosas, pero que en realidad no lo son.

Estoy tan sumido recordándome que no debo golpear a mi pequeño hermano que soy sorprendido por un pequeño choque contra mis pies y tal vez si la música no estuviese en nivel aturdidor, hubiese escuchado a los perros ladrar anunciando su llegada, ahora se encuentran dentro de la mansión porque Livia acaba de llegar junto a Caden y los ha hecho entrar.

Alzando a Duquesa Catalina Isabel para dejarla sobre mi regazo, observo detenidamente a mi hermana mayor. Poco a poco se ha ido viendo físicamente más saludable, ha ganado algo de peso de una manera favorecedora, sus ojeras han disminuido un poco y debido a que ha comenzado a maquillarse nuevamente, es capaz de ocultarlas. Pone mucha atención a su vestimenta – pero eso parece ser algo que hacen todos mis hermanos – y hay este aire poderoso e imponente en ella que cada día parece crecer. Cómo pintor que cree que ve más allá de una simple mirada, puedo notar que sus ojos gritan dolor, historia, pasado y angustias, pero también veo determinación de no ser pisada en la vida en la que eligió gobernar, francamente no se ve cómo una oveja o una presa, está por encima de la cadena alimenticia porque está decidida a nunca más dejar que alguien llegue tan lejos para lastimarla.

El Motivo de Su Arte (Introducción #Enigmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora