Niño Malo

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Nota de autora: esta parte y unas cuantas futuras, se centran en Valerie y Edmun (y sobre cómo él recupera su vida en Londres) por lo que en parte es más un cierre para los que leyeron el Secreto de su Arte, pero luego de ello, viene el disparo final (un decir) de los hermanos para dejar abierto el inicio de lo que será la trilogía o lo que terminé siendo #Enigmas. Así que si te sientes pérdido o no quieres leer sobre el cierre romántico de Moritz/Edmun, te lo puedes saltar y aviso cuando retome a los hermanos.


Niño malo.

El silencio es pesado, posiblemente incómodo, pero no me concentro demasiado en ello porque estoy ocupado observando a la mujer sentada frente a mí. Mis ojos no dejan de pasearse por su rostro, el maquillaje impecable resaltando su belleza, el cabello más largo con mechones dorados mezclándose con el castaño; los hombros al descubierto por las mangas bajas de su vestido y el escote en forma de corazón dándome la oportunidad de que mis ojos se paseen por sus clavículas, además, la manera en la que el rojo junto a todos los colores le sientan tan bien a su piel delicada de porcelana me tiene hipnotizado.

Fue poco más de un año en el que no tuve la oportunidad de estar tan cerca de ella físicamente, para muchos podría tratarse de poco tiempo, pero para mí se siente cómo tanto tiempo. En cuanto a esta cosa incómoda llamada sentimientos, siguen latente cómo la primera vez que caí cómo un imbécil por la niña buena.

Da un sorbo tentativo a su cerveza y puedo ver que sigue sin ser su estilo, pero no hay demasiado que puedan ofrecer en este lugar. Es un poco simbólico que nos encontremos en el bar restaurante al que la traje cuando quise sacarla de su zona de confort, esta vez no hay hamburguesas porque me aseguró que no tiene hambre y cuando pidió una cerveza al igual que yo, no parecía demasiado entusiasmada por ello, pero no importa porque se supone estamos aquí para hablar y no para emborracharnos cómo viejos amigos o mejor dicho: cómo viejos amantes.

Ella no quiso viajar conmigo en mi camioneta y eso tuvo sentido, no me hizo feliz, pero no esperaba demasiado y el hecho de que fuese tan receptiva para hablar con rapidez, es algo que ya es suficiente para mí. Estar en este lugar tiene sentido debido a que cómo las personas se encuentran celebrando año nuevo, algunos lugares están colapsados, pero sabía que este lugar barato, un tanto descuidado y oculto en las calles de Londres, sería el lugar perfecto para hablar sin interrupciones y sin que molestas canciones a todo volumen nos impidiera entendernos.

Y aquí estamos, quince minutos de haber llegado y un absoluto silencio inquietante y lleno de incógnitas.

No soy el único reparando en la apariencia porque sus ojos no han dejado de vagar sobre mí e incluso si quiere mantener su distancia, la química y atracción es tan tangible que posiblemente la incomoda.

—Te ves cómo el Edmun del primer encuentro cuando te conocí y estamos en el lugar de nuestra primera salida —Rompe el silencio rodeando su vaso de cerveza con ambas manos—, pero a diferencia de ese entonces, no me caes mal.

—¿Te caía mal cuando te traje a comer hamburguesa y te enseñé a hacerlo con las manos?

—¡Sabía comer hamburguesas! —Suena ofendida y casi sonrío— Y no, no me caías mal, en ese entonces estaba demasiado sumida en el recuerdo del beso de la fiesta y la intriga de cómo me hacías sentir como para pensar mal de ti. Me intrigabas aun cuando no quería que me gustaras, se me hacía difícil no pensar en ti.

—Siempre todo fue intenso entre nosotros incluso ahora.

—Incluso ahora —murmura en acuerdo.

Se mordisquea el labio al bajar la vista al vaso luego da otro  pequeño sorbo que la tiene haciendo una expresión de disgusto, es un poco gracioso y supongo que mi diversión se refleja en mi rostro normalmente serio.

El Motivo de Su Arte (Introducción #Enigmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora