¡Osorio, Dame un hijo!

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Los padres del omega al enterarse que su hijo y una de sus hijas no estaba se fueron a buscarlos en el único lugar donde sabían que debían de estar.

En la casa de los Osorio.

Las otras hermanas iban con ellos al llegar los Osorio ya se encontraban esperándolos. Al bajar los Bondoni los mayores se acercaron desafiantes ante los hombres que los miraban.

—Vienen justo para cenar. —hablo el alfa. —pero por sus rostros me dicen que no quieren cenar con nosotros.

—Venimos por dos de nuestros hijos. —hablo el omega.

—Como quieran. —se dieron la vuelta. —tratamos de llevar la fiesta en paz pero ustedes se niegan.

—Aceptamos su invitación. —hablo la mayor de las hijas de los Bondoni.

—Haram. —dijo el alfa.

—Los Osorio tratan de ser amables. —los vio. —sería de mala educación rechazar su invitación.

Los Bondoni de mala manera aceptaron al llegar a la mesa ya estaba preparada con diferentes platillos se sentaron y los miraron. Joaquín estaba nervioso miro al alfa el cual lo tomó de la mano y le dio un beso para calmarlo, su vista se fijó en su hermana la cual le sonrió.

—Te vamos a ayudar con nuestros padres. —le dijo con una sonrisa.

—Yeri. —susurro.

—Ella está enamorada de ti Emilio. —lo vio. —debes de tener cuidado.

—Ya lo sabía. —hablo. —y tranquila lo tendré.

—Hyung. —lo llamó. —¿tu lo sabías?

—Ella fue quien contrato a aquella chica para que dijera que era mi destinada. —respondió. —no te lo quise decir porque no creía necesario perdón si lo guarde.

—Creo que todo tiene sentido. —hablo el castaño. —ella siempre se ponía feliz de verte. —hizo un puchero. —no tenía que hacer esto sabe que eres mi alfa no debería de meterse en estos asuntos.

—Yeri es capaz de todo. —hablo la chica. —pero se que ni ella los va a separar. —los tomó de la mano a los dos.

—Si ocurre algo que tenga que ver confíen en ustedes.

La pareja asintió luego bajaron los tres al ser llamados a cenar Joaquín abrazo el brazo de su pareja al ver a sus padres verlo. Se sentaron y la cena fue silenciosa hasta que Emilio decidió hablar llamando la atención de todos.

—Yo quiero decir algo. —se levantó. —señores Bondoni. —se dirigió a los castaños que lo veían serios. —yo amo mucho a su hijo, es el omega que yo siempre desee tener en mi vida y me sentiría bueno. —extendió su mano y Joaquín la tomó para levantarse. —sería un honor y un placer que nos permitiera estar juntos les prometo o mejor dicho les juro que amaré y protegeré con mi vida a Joaquín.

—Papás. —hablo Joaquín.

—No. —dijeron los hombres al uniso.