¡Osorio, Dame un hijo!

15

Joaquín se encontraba llorando toda la noche hasta que escucho un ruido, salió de su habitación y bajo a la sala el seguía llorando. Un ruido en su puerta lo asustó un poco se acercó y al hacerlo vio que era el pálido el cual lo abrazo.

—Hyung. —susurro mientras lo abrazaba.

—No me dejes Joaquín tu no. —lo abrazo con fuerza.

—Ella es tu destinada. —lo alejo. —debes de estar con ella.

—Mailo me dijo que ella no era. —le acarició la mejilla. —y yo le creo.

—Pero ella dijo. —se quedó callado.

—Tuve que ocupar mi voz para que me dijera la verdad. —unió su frente con la del omega. —fue contratada para que dijera que era mi destinada.

—¿Por quien? —susurro.

—Solo dijo que era mujer. —lo atrajo más a él. —no me dejes ahora Joaquín tanto Mailo como yo nos sentiremos mal.

Joaquín sonrió y escondió su cabeza en el cuello del alfa mientras sentía más caricias que el pelinegro le proporcionaba, pero se alejo y lo vio.

—¿Hyung y el bebé? —pregunto.

Emilio abrió sus ojos de sorpresa al recordar que lo había dejado solo tomó la mano de Joaquín y lo saco de la casa, Joaquín apenas y logró ponerle llave a su casa para ir a la del alfa.

Al entrar vieron al pequeño dormido en la cuna, Joaquín sonrió y se acercó para cargar al bebé mientras se sentaba en el sofá. Emilio se acercó y se sentó a su lado para ver al omega acariciar al pequeño que dormía en sus brazos.

—Serás un buen padre Joaquín. —alago el alfa. —eres dulce y delicado.

—Gracias hyung. —recostó su cabeza en el hombro de Emilio. —me gustaría que mi alfa fuera como tu hyung.

—¿Como yo? —trago saliva. —sabes que soy muy flojo. —dijo. —¿porque quieres que tu alfa sea como yo? —pregunto.

—Porque eres un alfa bonito. —hablo. —si eres flojo pero haces cosas solo por mi. —se alejo. —y porque me gusta como es.

Ambos se vieron a los ojos y luego a sus labios, lentamente se iban a acercar para besarse, pero el llanto del cachorro los detuvo. Joaquín sonrió y vio al bebé se levantó y se dirigió a la cocina.

—Tenemos que darle su biberón. —hablo. —pero no hay leche debemos de ir a comprar.

—Claro. —se levantó el alfa. —quédate aquí y abriga a Logan te traeré un suéter.

Joaquín asintió al pasar el rato el alfa llegó y le dio el suéter, los tres salieron al súper más cercano para comprar la leche y como era de esperarse eran vistos por muchos pues era una pareja atractiva y ver como peleaban por la leche los hacían ver como un matrimonio aunque no lo fueran.

—Hyung esa leche no. —nego el omega. —es muy barata.

—¿Quieres que pague una cara? —levantó una ceja.

Joaquín le quito al bebé y vio las leches Emilio suspiro y se acercó para ver como el lindo omega castaño leía las presentaciones.

—Esa es la indicada. —señalo.

El alfa vio al omega y tomó la leche en polvo, Joaquín sonrió y se dispuso a caminar para ver más cosas, Emilio la puso en la cesta y vio como Joaquín le mostraba unos juguetes al bebé el cual reía.

—Su omega y su cachorro son muy lindos. —hablo una mujer.

El vio a una mujer de unos setenta años verlo, dirigió su vista a Joaquín el cual seguía mostrándole los juguetes al bebé.

—El no es mi omega y el bebé es de un primo. —respondió. —pero debo de admitir que Joaquín es muy lindo. —sonrió. —es el omega más lindo que ehvisto.