¡Osorio, Dame un hijo!

42

Joaquin miraba como su novio trabaja en la computadora, ambos estaban en la oficina luego de pasar todo un día viendo las cosas para su bebé. 

—Hyung. —lo llamó. 

—¿Que ocurre pequeño? —pregunto mientras lo miraba. —¿te duele algo? 

—No es nada grave. —contestó con un color rojo en sus mejillas. 

Emilio se acercó un poco más a su pareja la cual estaba con las mejillas rojas por un sonrojo, el alfa sonrió y dejó que el omega se sentará en sus piernas para abrazarlo mientras le daba caricias en su vientre.  Joaquín sentía miedo pues la doctora les había dicho que su embarazo al ser de sus lobos era muy delicado y debía de cuidarse el doble de lo que se hacía en un embarazo normal. Emilio por su parte puedo sentir el miedo del omega gracias a que su lobo se lo dijo. 

—No tengas miedo minnie. —le beso la frente. —tanto Mailo como yo estaremos pendientes de ti. 

—Hyung tengo miedo mucho miedo. —lo abrazo aún más. 

—Yo estoy contigo. —le beso la punta de la nariz. —no dejaré que nadie ni nada te lastime. 

Emilio se preocupó al ver un cambio en la expresión del menor, eso lo alarmó mucho pero todo cambio cuando sintió su camisa mojada y un olor amargo.

Joaquin le había vomitado la camisa el cual al ver lo que hizo se puso a llorar mientras negaba e intentaba limpiar la camisa de su hyung con la manga de su suéter. 

—Perdón. —lloro Joaquín.  —Tranquilo. —le sonrió. —lo mejor es que nos vayamos a casa. 

—Pero su trabajo. —lloro aún más. 

—Lo haré desde casa. —se levantó luego de que Joaquín  se levantara. —además mis papás me cortaran la cabeza si se enteran que estas trabajando en tu estado actual.

—Juro que le voy a lavar su camisa. —lo vio triste. 

—Minnie no fue tu culpa. —sonrió. —es normal que en tu embarazo presentes esos síntomas.

Joaquin comenzó a llorar aún más ya que si estaba así podría vomitarle a su hyung y eso lo pondría muy triste ya que así no habrían más besos.

Emilio ahora no sabía que hacer pues Joaquín había vuelto a llorar el suspiro y lo acercó a el para abrazarlo mientras le daba muchos besos en la frente para calmarlo y lo había logrado. 

—Bebé ya no llores si. —le acarició la mejilla. —¿que te parece si vamos a casa nos cambiamos de ropa y vamos al cine?  —¿Y si vómito haya? —pregunto. 

—Prepare unas bolsas. —respondió una sonrisa. —además sería nuestra primera cita oficial como pareja y sería bueno para minimini. 

—Yo elegire la película. —lo vio. —será una infantil para nuestro cachorro.

Emilio sonrió y asintió, definitivamente ese sería un largo camino para ambos, pero todo sería con buenos resultados, pues ambos se aman y también aman a su futuro cachorro que fue hecho por amor. 

—Todo lo que mi omega quiera. —le sonrió el alfa al omega.