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La fiesta fue enorme al igual que la felicidad de los recién casados los cuales bailaban felices mientras se repartían cortos besos y rozaban sus narices llenos de felicidad

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La fiesta fue enorme al igual que la felicidad de los recién casados los cuales bailaban felices mientras se repartían cortos besos y rozaban sus narices llenos de felicidad.

—Luces hermoso señor Osorio. —habló Emilio mientras le acariciaba la mejilla. —estas hermoso esta noche.

—¿Solo esta noche? —bromeó Joaquín.

—Esta y todas las noches mi dulce omega. —susurro Emilio para acercarse y reclamar los labios de su esposo.

Joaquín no se opuso y le siguió el beso feliz, al terminar la fiesta los padres de la nueva pareja de esposos les regalaron un viaje a París para que disfrutarán de su Luna de miel.

Emilio y Joaquín se despedían de su pequeño cachorro el cual no iba a poder ir con ellos, luego de darle muchos besos ambos se subieron al taxi que los llevaría al aeropuerto. Joaquin se movía nervioso pues nunca se había separado de su bebé.

—Tranquilo amor mi papá dijo que haremos videollamada para que lo veamos. —lo tomó de la mano y le dio un beso.

—Lo se pero es mi bebé. —lo vio.

—Tranquilo cuando volvamos estaremos todo el día con el. —habló mientras miraba una revista.

Joaquín asintió y se recosto en el hombro de su esposo, al llegar al aeropuerto ambos bajaron y se dirigieron para hacer los papeles para ir a su viaje.

—Mi papá dijo que nos reservaron una suite. —dijo Joaquín. —la cual está en el centro de la ciudad.

—Si. —sonrió Emilio. —veremos todos los lugares que tu quieras.

—Prefiero quedarme en la suite. —dijo Joaquín. —Como digas. —le dio un corto beso en los labios.

Al llegar su vuelo los dos subieron felices pues cada vez más se acercaba el momento más importante para su vida, ese momento donde Emilio lo marcaría como suyo y así su lazo iba a crecer aun más.

Al llegar al hotel ellos dieron el papel donde estaba la reservación, con nervios la pareja subía por el ascensor hasta llegar a la habitación donde se quedarían dos semanas disfrutando de su amor.

Al entrar el lugar estaba adornado con pétalos de rosas rojas las cuales hacían un camino hacia la cama en la cual había una pequeña mesa la cual tenía una botella de champaña.

—Lo tenían todo planeado. —sonrió Joaquín.

—Así parece. —dijo Emilio mientras abrazaba a su esposo.

Al alejarse ambos se vieron a los ojos y se besaron con pasión y con amor disfrutando del dulce sabor de sus bocas, se alejaron con una sonrisa para disfrutar de la champaña y de unas uvas para volver a besarse y estar listos para unirse en uno solo.






















Estaban listos para hacer la marca.

Estaban listos para hacer la marca

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¡Osorio, Dame un hijo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora