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—Me grito feo

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—Me grito feo. —hablo la chica. 

—Sabes cual es tu misión. —la vio. —no debes de fallar. 

La chica se levanto y salió debía de acercarse al alfa pálido como sea, después de todo era por beneficio llegó a la casa del alfa y sonrió. 

—Bueno. —suspiro y tocó la puerta. 

Joaquín estaba jugando con el bebé cuando escucho la puerta, se acercó y la abrió fruncio su ceño al ver a la misma chica. 

—Vengo en son de paz. —hablo. —se que mi comportamiento fue indebido pero no sabía cómo comportarme frente a mi destinado. 

—Emilio no puede ser tu destinado. —nego. 

—Mi loba me lo dijo por eso actúe de forma celosa. —hizo reverencia. —perdón si te trate mal no era mi intención. 

—¿Como se que lo que dices es verdad? —pregunto serio. 

—El aroma de el es café amargo y limón. —sonrió. —y su tercer aroma es vainilla. 

Joaquín trago saliva y la dejó entrar para que pudieran hablar, al llegar el mayor vio a Joaquín junto a la chica la cual se levanto y lo vio. 

—Hyung tu y ella deben de hablar. —le dio al bebé. —debo irme.

Emilio miro a la chica y luego a Joaquín el cual iba saliendo de la casa del mayor, el alfa salió corriendo detrás del omega. 

—JOAQUÍN. —grito y el omega se detuvo. 

—Emilio ella es tu omega. —hablo. —es tu destinada. 

—¿Quien lo dice? —pregunto. —¿ella? 

—Conoce tu tercer aroma. —respondió.  —Joaquín te hice una promesa. —hablo. 

—Yo también y ya no es necesario que este conmigo. —miro al bebé. —le seguiré ayudando con Logan porque me ofrecí. 

Emilio vio como el omega se giraba, muchos que los miraban pensaban que era una pareja que se estaba separando el alfa negó Joaquín era su mejor amigo. 

—No puedes hacerme esto. —hablo dolido el pelinegro. 

La chica miraba la escena desde la casa del alfa, saco su celular y marco un número sin dejar de ver a la pareja. 

—Ya está hecho. —hablo. —comprendo. 

Colgó al ver como el omega se iba y dejaba al mayor, este regreso y vio a la chica entro a la casa y recosto al bebé en la pequeña cuna que había en la sala. 

—¿Cuanto quieres? —pregunto serio el alfa. 

—Querer que. —respondió. —pensé que al ser tu destinada me ibas a tratar mejor. 

—¿Cuanto dinero quieres? —la vio. 

—porque se muy bien que mi destinada no eres. 

La chica sonrió y se acomodo mejor en el sofá y suspiro debía de hacer su mayor esfuerzo aunque al parecer ese alfa era muy astuto en algunas cosas. 

—Solo te quiero a ti alfa. —sonrió.

 —sonrió

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¡Osorio, Dame un hijo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora