Relatos de una familia real (Primera versión)

Decidimos hacerlo de todas formas

19 de Mayo del 2033
Francia
Cocina del castillo
01:45 PM

Adam estuvo a punto de dejar caer el plato en cuanto entró en la cocina.

Observó todo el lugar, sin poder creer lo que presenciaban sus ojos.

—¿¡Qué pasó aquí!? —le preguntó a sus nietos, quienes al menos tenían la decencia de lucir culpables por lo que habían hecho.

Fue Benjamín, cubierto totalmente de harina, el que le contestó.

—¡Estamos haciendo galletitas! —aplaudió el niño de tres años.

Al menos eso explicaba toda la harina.

—O al menos eso era lo que intentábamos —aclaró Aegon.

—Es más difícil de lo que se ve en el tutorial de Youtube —informó Myrcella.

Adam se acercó a ellos, y casi cayó en el camino, cuando su pie se deslizó a causa de algo tirado en el suelo.

—¿Qué es eso? —preguntó.

—Creo que es huevo —dijo Matteo—, tuvimos problemas para quebrar
los primeros.

No pudo evitar notar que ambos gemelos parecían haberse bañado en clara de huevo.

—¿Me están diciendo que a ninguno de ustedes se les ocurrió que esto era una mala idea? —miró a los ocho niños con incredulidad.

—Oh, no —intervino Mattías—, todos lo sabíamos, solo decidimos hacerlo de todas formas —se encogió de hombros.

¿Acaso querían morir?, ¿qué iban a hacer cuando tuvieran que meter las galletas al horno?

—Están locos —les dijo— y castigados —bajó a Murad de la mesa en la que estaba sentado—, vayan a bañarse.

—Pero aún tenemos hambre —se quejó Scorpius.

—¡Entonces pidan un helado como niños normales! —exclamó—, dejen de inventar tantas locuras, van a matarme de un infarto.

Todos fueron saliendo con lentitud, hasta que al final solo quedaban él y Arthur en la cocina.

—Entonces —se demoró en la puerta— ¿podemos pedir un helado? —preguntó esperanzado.

—¡Fuera! —le señaló.