Relatos de una familia real (Primera versión)

Suerte que tenemos una cama grande

16 de Julio del 2030
Francia
Aposentos reales
11:00 PM

Cuando la reina entró a su habitación se encontró a su quinto hijo de lo más instalado en la cama.

-¿Vas a dormir con nosotros Arth?

El chico chilló de forma afirmativa mientras se enrollaba aún más en la cobija, probablemente tratando de encontrar una parte fría.

Mal miró a su marido de forma interrogante recibiendo como respuesta un encogimiento de hombros.

-Dijo que su cuarto es muy oscuro.

Ambos se sonrieron con resignación, sabían que era mejor aprovechar esa etapa porque después no querría dormir con ellos nunca más, tal y como había pasado con sus hijos mayores.

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02:15 AM

-¡Mami!- el grito de Myrcella llegó desde la habitación de la princesa.

La reina gimió a modo de protesta, había pasado tres horas tratando de que Murad se durmiera y ahora debía ir a buscar a su hija.

Sin duda alguna, esa no era su noche.

Con lentitud se levantó y caminó hasta donde se encontraba Myrcella. Al llegar la encontró sentada en su cama con lágrimas bajando por sus mejillas.

Esa vista fue suficiente para hacerla despertar por completo. La tomó en brazos y le preguntó que pasaba.

-Hay un mounstro- hipó mientras señalaba el armario.

Mal acunó a su pequeña hija más cerca con la esperanza de que eso la consolara -Mañana voy a hablar largo y tendido con ese mounstro ¿De acuerdo?

La princesa negó con la cabeza -El armario dejará pasar a otro.

Sonrió suavemente mientras tarareaba un poco para evitar que la niña volviera a llorar -Entonces también hablaré largo y tendido con ese armario.

-Pero podría hacerte daño- sollozó desesperada.

Mal se rió levemente antes de acercar su cara a la de su niña.

-Olvidas que las mamis son inmunes a los mounstruos tontos y armarios odiosos.

Myrcella sonrió un poco por los apodos mientras pensaba.

-¿Después no van a molestarme más?

-No- negó su madre mientras se levantaba de la cama con ella aún en brazos -¿Qué te parece si duermes conmigo hoy y mañana vuelves a tu cama?- preguntó sabiendo que Myrcella se encontraba en la dichosa crisis de niña grande y por lo tanto no quería dormir con sus padres.

-De acuerdo- accedió felizmente, cualquier cosa con tal de deshacerse de esos seres aterradores.

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02:30 AM

-Mami- la mujer gruñó cuando sintió que su hijo empujaba ligeramente su hombro -mami- el segundo príncipe intentó despertar a su madre.

-¿Qué quieres?- preguntó la reina abriendo un ojo solo para encontrarse cara a cara con Matteo.

-Hace mucho calor en mi cuarto- se quejó el niño.

Con cuidado de no despertar a Myrcella y Arthur, quienes dormían profundamente detrás de ella, se movió para dejarle espacio a su hijo.

Ansiosa por volver a dormir lo antes posible lo abrazó y enterró la cabeza en los enmarañados rizos dorados de Matteo, con la esperanza de que no volvieran a despertarla.

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03:00 AM

-Papi- Ben se movió un poco al escuchar la voz de uno de los gemelos, no estaba seguro de cuál podría ser.
-Paaa- con rapidez abrió los ojos temiendo que hubiera pasado algo.

-¿Qué sucede Matti?

El gemelo más joven se removió un poco en su lugar luciendo apenado.

-Matt me dejó sólo.

El rey miró detrás de él, se sorprendió un poco al encontrar en su cama a Myrcella y a Matteo.

Volviendo su mirada al tercero de los príncipes le sonrió y se movió un poco antes de dar un par de palmadas en el espacio vacío.

-Ven acá dragón-bostezó en medio de su oración -nadie va a molestarte.

Ambos sabían que hablaba de Matteo.

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03:20 AM

Scorpius se subió a la cama de sus padres sigilosamente.

Se había despertado en medio de la noche y como no recordaba haberse dormido en su cama, sino en el sofá de la sala de cine, la ansiedad lo había atacado.

Como no encontró espacio en la parte superior decidió quedarse en la orilla, después de todo, él era muy pequeño y la cama muy grande por lo que no se caería.

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04:03 AM

Aegon se deslizó en la habitación principal silenciosamente.

Con cuidado avanzó hasta la cama donde se encontraban sus padres y casi todos sus hermanos. Al llegar acomodó a Scorpius quien estaba en una posición evidentemente incomoda y se acostó a su lado.

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06:00 AM

La alarma resonó por toda la habitación provocando que los dos adultos presentes gruñeran.

Al intentar estirarse, Ben sintió dos pequeños cuerpos en la orilla de la cama.

Con lentitud se sentó y entre cerró los ojos tratando de ver mejor, en cuanto pudo reconocer a los dos niños se giró hacia su esposa y le dió un ligero golpe en el hombro para después señalarlos.

Mal resopló y sonrió con sorna -suerte que tenemos una cama grande.