25 de Mayo de 2047
Francia
Castillo Beast
04:00 AMMurad se deslizó, silencioso, a través de la puerta que usaban los empleados del castillo.
Se permitió esbozar una sonrisita satisfecha en cuanto estuvo dentro. No podía esperar para decirle “te lo dije” a Benjamín, su hermano menor se había ido de la fiesta justo cuando empezaba lo mejor, solo por miedo a la ira de sus padres.
—¡No se enterarán! —le había gritado, intentando hacerse oír por encima del bullicio de la gente.
Su hermano menor solo negó con la cabeza y se fue del lugar, regresando a casa a las 12 AM, tal y como habían ordenado sus padres.
Subió las escaleras sin trastabillar, eso era lo bueno de no haber bebido... Tanto.
Bufó, pensando en lo horrible que sería bañarse a esa hora. El agua probablemente estaba helada, pero era necesario hacerlo, sino corría el riesgo de despertarse con resaca y oliendo a alcohol.
Su madre lo notaría al instante.
Caminó con cuidado por el pasillo, a diferencia de sus hermanos mayores, Benja y él aún dormían cerca de sus padres, por lo que podría despertarlos si hacía mucho ruido.
Suspiró aliviado cuando cerró su puerta, y se dirigió al baño.
Tal y como predijo el agua estaba helada, se había pasado toda la ducha esperando a que empezaran a caer cubos de hielo sobre su cabeza. Apretó la mandíbula y se vistió a toda prisa, ahora que la adrenalina estaba fuera de su sistema empezaba a sentirse agotado.
Casi le da un infarto cuando abrió la puerta. Soltó el sonoro grito que había logrado reprimir al sentir el chorro de agua golpeando su espalda por primera vez, y se encerró de nuevo en el baño.
Cerró los ojos, respiró profundamente, y soltó una maldición entre dientes.
—Ahora le debo veinte dólares a Benja —, su hermano nunca lo dejaría olvidar esto.
Suspiró, resignado al triste destino que lo aguardaba detrás de esa puerta.
Tomó valor y volvió a salir, enfrentadose a las dos personas que estaban sentadas en su cama.
—Por un momento pensé que te habías mudado, ya iba a mandar todas tus cosas a casa de John.
Apretó los labios para no responder al sarcasmo de su madre.
—Calma, ya llegó, ¿lo ves? Él está bien.
Su bendito padre estaba intentando rescatarlo, como siempre.
—Sí mamá, no pasó nada malo, tranquila.
Su padre le dirigió una mirada de advertencia, por supuesto, él solo decía eso para calmar a la reina, no porque fuera a dejarlo escapar sin consecuencias. Y ahora había empeorado todo al ser tan caradura.
Él y su gran bocota.
—¿Sabes lo preocupados que estábamos por ti?
—Lo siento, mamá —se acercó para abrazarla.
Grave error.
—No, no lo sientes —le jaló la oreja, provocando que Murad se quejara—. Ahora sí lo sientes, y te juro por Dios Murad, que si se te ocurre volver a hacer eso te va a ir muy mal.
»Y no me importa nada, me irán a llevar presa, pero me voy presa feliz. Porque prefiero que te sientas mal unas horas, a que te pase algo por andar de irresponsable en la calle.
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Relatos de una familia real (Primera versión)
FanficAviso avisador: Está es una primera versión de una historia que empecé a escribir cuando tenía 12 años, por lo que tiene partes muy cringe, leer bajo su propia responsabilidad. Queda debidamente avisado. (Versión mejorada: próximamente en mi perfil)...