Aviso avisador: Está es una primera versión de una historia que empecé a escribir cuando tenía 12 años, por lo que tiene partes muy cringe, leer bajo su propia responsabilidad. Queda debidamente avisado.
(Versión mejorada: próximamente en mi perfil)...
07 de febrero del 2029 Isla de los perdidos Plaza principal 03:16 PM
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Risas de niños resonaban en el ambiente, los transeúntes se veían obligados a rodear la plaza, pues los jóvenes ocupaban todo el espacio con sus carreras y juegos de pelota.
En el extremo más alejado, se encontraban el príncipe de Auradon y sus amigos, pasándose el balón de fútbol a través de complicadas maniobras.
—¡Logan, ya pásalo! —se quejó Evan, cansado de que su amigo alardeara.
El niño, lejos de atender al pedido de Evan, salió corriendo con el balón.
—¿¡Lo quieres, Ev!? —gritó, burlón— ¡Ven por el!
Todos lo siguieron, sin darse cuenta de que cada vez se alejaban más de la plaza.
—Lero, lero, no me atrapan —canturreó Logan.
—Lo voy a mandar de una patada a la luna —jadeó Carla.
Detrás de ellos, Chase trastabilló por un bache en el suelo.
—¡Esperenme!
Aegon aceleró, con la intención de quitarle el balón de una vez por todas.
Lo tomó por la manga de la camiseta, logrando de disminuyera la velocidad.
—¡Eh!
Ignorando la protesta de su amigo, estiró la pierna para tomar posesión del balón.
—Eres un tramposo —Logan forcejeó contra él.
—Mira quien lo dice.
Evan llegó a su lado y pateó el balón, alejándolo del alcance de Logan.
Y de todos los demás, en realidad, porque aterrizó en las ramas de un árbol.
—Uy.
—Definitivamente, eres un genio, Evan —comentó Carla con sequedad cuando los hubo alcanzado.
