Sólo Somos Amigos 😈 || «Malec»

Follamigo . 🍑

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Cómo negarme, si Magnus es todo con nada.

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Un día llegué temprano al colegio quería ir a la biblioteca a investigar la tarea, él estaba sentado en uno de los sofás.

—Buenos días, Bane —saludé.

—Hola, gordo —respondió en tono molesto.

Preferí ir a mi pasillo y empezar mi investigación, cuando llegué a una mesa, un aroma a sándalo muy especial llegó a mí. Magnus Bane estaba sentado a mi lado.

—¿Qué haces? —me preguntó de la nada.

—Hago la tarea de historia —respondí de forma desinteresada.

—Tienes unos ojos muy lindos —mi corazón se detuvo.

—Gra... Gracias —que estúpido me vi tartamudeando.

—¿Tienes novia?

—No, soy gordo y homosexual, así que déjame en paz —no sé porque lo dije, pero fue grosero.

—Yo soy bisexual y no hay nada de malo —me dio esperanza, quizás solo quizás...

Después de un rato puso su mano en mi pierna yo quería alejarla, pero su caricia me gustaba. Su mano era delicada y suave. Cuando reaccione Magnus me frotaba sobre la tela de mis pantalones y mis gemidos eran bajo.

—Nunca lo haz hecho, ¿verdad? —dijo en mi oído yo solo negué—, quieres sentir más placer.

Cómo demonio me iba a negar si era lo que yo más deseaba. Me dijo que fuera al baño. Al llegar entró a un cubículo conmigo, me saco mi miembro para meterlo en su boca. Yo estaba en el cielo, su lengua era extremadamente suave y su garganta profunda. Esta de más decir que acabe en su boca. Nos limpiamos y salimos hacia nuestra clase. No sé porque rayos creí que había sido algo especial... Fue mi primera vez y se la di al él... Sí, exageró un poco solo fue una mamada, pero fue importante para mí.

Después de ese día fue varias veces a casa, ya me había dejado claro que yo no era su tipo... No le gustaban los gordos. Para finalizar el trabajo, una noche se quedó en mi casa porque empezó a llover y según a él le daba miedo manejar con lluvia. Lo lleve a una habitación de huésped, para que se acomodará. Ya para este momento yo vivía solo. Mamá Imogem se había ido a Londres a vivir tranquila en el campo y era lo justo ya había hecho mucho por mí. Me di una ducha y fui a mi cama, cuando tocaron la puerta de mi habitación.

—Una pregunta gordo: ¿En esta casa no hay espejos? —me preguntó viendo alrededor.

—Solo hay uno en el cuarto principal, pero está cerrado con llaves.

—No me extraña... Imagino que te da miedo verte en el espejo —dijo entre risas.

Solo me arrope a la vez que una lágrima corría por mi mejilla. Durante la madrugada la lluvia se intensificó y los truenos eran más fuertes, nunca me ha importado, no es que sea valiente, pero ya no soy un niño. Estaba dormido profundo cuando sentí caer algo en mi cama, con un gran susto abrí los ojos y me encontré a Magnus a mi lado.

—¿Qué haces aquí? —pregunté algo enojado.

—Le tengo miedo a las tormentas —contestó notablemente asustado.

El muy abusivo se abrazo a mí y yo se lo permití. Luego de un momento no se cómo, pero él estaba encima de mí frotaba su pene con emoción. Mis piernas se abrieron e intenté besarlo, pero solo quitó su rostro.

—¿Quieres que te folle? —preguntó sin vergüenza, yo me quedé callado, era solo una propuesta a tener sexo—, te puedo hacer el favor... Aprovecha no creo que alguien más te quiera hacer este enorme favor.

Lo pensé por unos segundos y era verdad nadie se va a acostar conmigo. Acepté y él empezó a moverse. Me fue quitando la ropa poco a poco hasta quedar desnudos. Magnus me preparó y se metió en mí fue la experiencia más hermosa que tuve en mi vida. Cuándo alcance el orgasmo solo se paró y fue al baño.

—Te tengo una propuesta — dijo al regresar.

Yo solo me senté en la cama un poco adolorido.

—Ya que estás gordo y es un gran esfuerzo follarte y no creo que alguien más se anime, ¿qué tal si eres mi follamigo?

Esa pregunta me dejó más adolorido.

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Publicado el 29 de junio de 2021