[5] The one with The Call

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Llevaba 4 horas sentada frente al escritorio de mi oficina. Hace un tiempo que no pasaba por el edificio, por lo que me tomé la libertad de venir a echarle un ojo; también lo vi como una oportunidad para llamar a una compañía de limpieza que lustrara el K&J Label mientras yo permanecía allí. Un par de horas atrás concluyeron su trabajo, pero yo me negué a irme. Me gustaba sentirme la Big Boss sentada en mi silla, y ya había pasado un tiempo en el que no me sentía de ese modo.

Mientras estaba más que sumergida en mis pensamientos, cuestionando una y otra vez a qué le dedicaría mis días y mi tiempo si perdemos el caso que la detective Nayeon estaba preparando en contra del idiota usurpador de Park Marcus, mi celular comenzó a vibrar, avisándome que tenía una llamada de mi linda Lisa.

—¿Linda? —dije al deslizar mi pulgar sobre la pantalla para recibir su oportuna llamada que tardó demasiado en llegar.

¿A qué hora vendrás a casa? —podía imaginármela haciendo un puchero al otro lado de la línea.

—¿Por qué? ¿No puedes vivir sin mí? —mantuve la seriedad durante mi pregunta.

Sabes que es así. Hace frío, te necesito —emitió un adorable quejido.

Mi ceño se frunció al recibir otra llamada entrante de un número desconocido mientras seguía al teléfono con Lisa.

—Ah... ¿Linda? —pregunté confusa.

¿Hm? ¿Pasa algo, Jennie? —notaba su tono de preocupación.

—S-sí... Tengo que atender otra llamada —giré mi cabeza a ambos lados. No sabía porqué pero la situación me estaba causando malos presentimientos.

Pero-

—Atenderé y te veré en casa en unos minutos. Te quiero —y sin esperar respuesta de su parte, no dudé más tomando la otra misteriosa llamada.

—¿Bueno? —murmuré tan solo en tono serio.

Encontrémonos en la salida de tu edificio ahora mismo. Estaré esperando —una voz masculina era la que salía por la bocina. Que sin más, cortó la llamada.

¿Oh? Esa voz...

—Al menos eso explica porque he estado sintiéndome tan observada —tomé mi nuca presenciando como mi piel erizaba, respiré hondo y me levanté de la silla—. La detective Nayeon mencionó que era legal utilizarla si la razón era defensa propia... —susurré observando el arma que me había otorgado unos meses atrás en caso de cualquier emergencia.

Había dudado un momento, pero terminé tomándola, la oculté en la parte baja de mi espalda y salí sin más a encontrarme con la voz sospechosa que acabo de escuchar.

Expuesta a la luz de la luna y la brisa fría de la noche, no tan alejado de la puerta principal vi un cuerpo masculino encapuchado. Me tensé un poco por esta tenebrosa imagen, entonces instintivamente llevé mis manos a mi espalda, tanteando el revólver, en caso de tener que recurrir a ella.

Al sentir mi presencia, se giró comenzando a acercarse. Ya a una distancia considerable, me di cuenta que era Mason, ex modelo de mi agencia, antes de que fuera reasignado a ABC21.

—Oh... ¿MJ? —el susodicho apretó sus labios en una mueca de... ¿Vergüenza?

No lograba comprender qué estaba pasando.

—Toma esto y vete a casa ahora mismo —estiró su brazo otorgándome un misterioso sobre.

Hoy todo respecto a él lo envolvía un aura misteriosa.

Lo miré confundida sin muchas intenciones de tomar lo que me tendía.

—Por favor tómalo. Solo vete a casa. No lo abras aquí —aún desconfiada, tomó mi mano colocando el sobre y desapareció en la oscuridad de las calles.

Mi corazón latía frenéticamente. Me asustaba saber que podría contener dicho sobre.

Debía avisarle a la detective. Pero primero llamaría a Lisa. Dos pitidos para que contestara.

¿Ya vienes, Jen? ¿Necesitas que te busque? —preguntó emocionada. Rompía mi corazón en mil pedazos seguirla evitando, pero no era mi intención, tan solo debía arreglar unas cosas en mi vida para poder dedicarme a ella 24/7.

—Mm, no... —acaricié mi brazo sintiéndome increíblemente culpable por desplazarla nuevamente—. Surgió... Algo con la detective Park. Ella... —suspiré—, dice que estamos en la etapa final del caso, y es necesario que me reúna con ella en este instante —resoplé quitando las ganas de llorar que se instalaron en mí.

Yo... —suspiró y emitió un pequeño sonido asertivo—. Lo entiendo. Ya pronto estaremos solo tú y yo como solía ser. ¿No es así? —su ilusión me hacía temblar. Esperaría por mí lo que fuera necesario y eso no tenía precio.

—S-sí —hablé por debajito soltando unas cuantas lágrimas—. Lo lamento. Te lo compensaré —sorbé mi nariz.

Lo sé —sentí como asentía—. Nos vemos luego, Jen. Cuídate.

—Tú igual, linda —respondí y corté la llamada.

Casualmente, la detective Nayeon estaba llamándome, por lo que no pasaron ni dos segundos para que tomara la llamada.

Necesitamos hablar. Tengo todo procesado para realizar las demandas, solo necesito que las apruebes y firmes —soltó apenas atendí.

—Yo también necesito mostrarle algo —el mal sabor que ese sobre me causaba volvió a entrometerse en mi garganta.

¿Podemos vernos en este momento? Voy saliendo del trabajo y me parece que es pertinente encontrarnos.

—Sí. Estoy en el label, no sé si-

Voy para allá.

Como siempre, me dejó con la palabra en la boca, asumiendo por su cuenta que era el final de la llamada.

Suspiré lanzándole una rápida mirada al sobre.

—¿Qué podrá ser? —esa fea sensación me invadió de nuevo. Así que subí a buscar mis pertenencias para distraerme mientras esperaba a la detective.

Mi celular vibró mostrando un mensaje que me indicaba que habían llegado por mí. Tomé mis cosas y salí de inmediato del edificio. Ciertamente el sobre y la repentina aparición de Mason me dejaron una terrible mala espina pero, a su vez, me mataba la curiosidad por descubrir el contenido detrás de todo eso. Tan solo esperaba que no fuera nada que me dañara de nuevo. Recién recuperaba el 15% de mi compostura y no pretendía volverla a perder. Los últimos meses fueron insufribles, tener que volver a pasar por ello sería directamente proporcional a la bienvenida de un infierno para mí.

La detective Nayeon me esperaba fuera de su auto fumando un cigarrillo. Al observarme, le otorgó una última calada y arrojó lejos la colilla.

—Te llevaré a mi casa. Estar aquí no es seguro —abrió la puerta de su auto para mí, y subió rápidamente por el otro lado, acelerando hasta desaparecer de ahí.

No podía evitar sentirme nerviosa, pero pensar que la recompensa de los estragos de este mal chiste sería mi Lisa, me ayudaba a concentrarme y enfocarme para concluir estos asuntos lo más pronto posible.

«Prometo tomarte y no soltarte nunca cuando todo esto cese, linda.»

Cut.

STILL IN WAR ; JENLISA (MODEL'S WARS II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora