La guerra de los Black

Capítulo 12: La invitación

Draco y Harry olvidaron el tema rápido; pero desde ese día, Draco empezó a ser más amable con Harry, creyéndose su mentira. Un mes antes de terminar el año les levantaron el castigo porque habían pasado una semana entera sin pelear y así continuaron. La noche previa a la vuelta a casa, Harry y Draco se encontraron en el lugar de siempre.

— ¿Qué vas a hacer en vacaciones?

— Seguir investigando. Nos estamos acercando, ya solo quedan cuatro sospechosas; además de mejorar mis habilidades como buscador para patearte el culo el año que viene...

Harry rio y le pasó otra rana de chocolate a Draco.

— ¿Y tú?

— Seguir escapando de mis padres, deseando que se divorciaran o mataran de una vez y empezar a practicar hechizos para cuidar mocosos desobedientes...

— No seas malo — le dijo Draco riéndose — Ni siquiera ha nacido, ¿cómo sabes que será desobediente?

— Fácil. Mírame a mí.

Draco rio negando con la cabeza.

— Si quieres puedes venir a mi casa, ya sabes, cuando quieras escapar...

— ¿Para que tus padres me degüellen y utilicen mi sangre en un ritual?

— Mis padres casi nunca están, solo tienes que escribirme, te digo si están o no y eres libre de ir.

— Gracias... de verdad. Descansar de mis padres será mi objetivo de verano.

— Bueno, ya nos veremos, Potter.

Y así, convertidos en casi que amigos, se fueron a sus respectivas mansiones, para sonreírles a sus padres y decirles lo mucho que se odiaban mutuamente, para decirles que eran los hijos perfectos, para mantener su familia unida a punta de mentiras... Para ser lo que se esperaba de ellos, pero nunca lo que realmente son, porque para su familia eso nunca sería suficiente.

Nada menos que la perfección, el lema favorito de los Black.

**********

— Harry...

— Sí, madre, tengo información nueva...

—¿Y? Dime.

— ¿Podría pasar a mi casa primero, por favor?

— Por supuesto, cariño – Dijo apartándose del marco de la puerta para dejarlo pasar

Harry dejó su baúl en la sala.

— Un elfo que por favor lo suba a mi habitación — Dijo en voz alta Harry e inmediatamente desapareció su baúl

— Cuéntame, Harry

- Sus padres están haciendo negocios peligrosos en la zona muggle o eso supongo yo, porque me dijo nunca están en casa, que a veces salen a media noche a reuniones urgentes y en ocasiones le prohiben usar magia mientras los socios estén reunidos.

— Bien, muy bien, Harry, sabía que lo harías, y esto apenas está comenzando...

— Recuerda mover tus cartas con cuidado, madre...

— Por supuesto Harry, somos los Potter Black, siempre jugamos inteligente. ¿Algo más que te haya dicho? ¿Algo sobre cosas escondidas? Tal vez en su mansión, ahí solía mi querida madre esconder las cosas...

— De hecho...

— ¿De hecho, qué, Harry?

— De hecho... mencionó que tenían algunos objetos oscuros, pero no me dijo dónde.

— No importa, ya te lo dirá.

Harry había estado a punto de decirle que había sido invitado a Malfoy Manor, pero se lo calló. La verdad no quería decirle que iba a ir, de verdad quería escapar de ellos.

— ¿Cómo va su relación?

— Neutral, no nos matamos, pero tampoco me confía cosas verdaderamente importantes... ¿Cómo estás tú, madre? ¿Y el bebe?

— Bien, Harry... Ya quiero restregarle en la cara a Narcissa que voy a tener otro descendiente.

Harry suspiró y recordó por qué hacia lo que hacía. Si "Narcissa" no estuviera en la ecuación, su madre probablemente hubiera respondido que estaba emocionada y ya quería que el bebe naciera.

— Te amo, madre, subiré a mi habitación...

— Esta bien, Harry, baja a cenar más tarde, no voy a permitir que vuelvas a mandar a que suban la cena y nos dejes a James y a mí solos.

— Está bien, madre

Harry le dio un beso en la mejilla y subió a su habitación cansado.