Extra 1: Problemas legales (Parte 1)

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— ¡Scorpius!

Hace ocho años que se habían quedado con su hijo, que había crecido para ser una copia de Draco físicamente, pero no se parecía a ninguno de los dos en personalidad, Draco y Harry solían bromear diciendo que, si fuera mago, iría a Gryffindor. Siempre causando problemas, siempre defendiendo a los más pequeños y siempre siendo justo y leal.

— ¿Sí, papá? – Dijo llegando al salón

— Estoy seguro de que no es verdad... — Dijo Draco en un tono que dejaba claro que estaba seguro que era verdad — ...pero tengo que preguntar... ¿fueron tú y Albus los que inundaron el patio del señor Smith?

Scorpius se mordió el labio y miró hacia la ventana. Albus era su mejor amigo, el hijo de la vecina. Draco y Harry habían comprado una casa poco después de acoger a Scorpius.

— Que día tan raro hace, ¿verdad? Que nubes tan grises, estamos en verano, no debería...

— Scorpius...

— Es que estábamos tratando de deshacernos de su panal de abejas, el pobre señor lleva quejándose mucho tiempo de él y pensamos que si las mojábamos tal vez se irían y lo dejarían en paz, pero la manguera se descontroló y...

Draco sonrió condescendientemente a su hijo y se arrodilló a su lado.

— Scorpius, tienes diez, no puedes solucionar solo cosas como esas...

— No estaba solo, estaba con Albus...

—Albus solo tiene once, ninguno de los dos puede solucionar este tipo de cosas... promete que no lo vas a hacer otra vez

— Está bien, papá Draco... ¿Sabes a qué horas llega papá Harry?

— No, ¿por qué?

— Curiosidad

Draco lo miró entornando los ojos.

— Scorpius... ¿estuviste jugando con lo que te dijimos explícitamente que no jugaras?

— No estaba jugando, yo también quería sacar flores como papá Harry, estaba... estudiándolo

— Scorpius, cariño, te hemos dicho muchas veces que no puedes jugar con nuestras varitas, son muy peligrosas. Ya te lo hemos explicado, hay dos tipos de personas, las que pueden hacer magia y... las que no. Tú no puedes hacer magia, Scorpius, pero no por eso eres menos especial; mira a Albus, él tampoco puede hacer magia, pero lo quieres porque es una persona única y maravillosa, ¿verdad?

Eso pareció animar un poco a Scorpius.

— Ahora, dime, ¿qué rompiste?

— Estaba tratando de que salieran flores y sin querer golpeé un vaso con agua que había en el escritorio de papá Harry y... se derramó sobre los papeles que habían encima.

— Muéstrame, veré si puedo arreglarlo.

"Nuestra acta de matrimonio no, nuestra acta de matrimonio no, nuestra de matrimonio no"

Harry y Draco se habían casado en el mundo muggle hace dos años (aunque por el mundo mágico llevaban casados trece, fue una ceremonia casi que secreta) y habían adoptado legalmente a Scorpius ese mismo año. Ambos habían luchado en el mundo muggle para que las personas del mismo sexo también pudieran casarse y adoptar niños. El mundo muggle era muy diferente al mágico, donde no importaba el género, sino el dinero o la reputación, pero Draco y Harry querían hacerlo mejor.

Finalmente (y con un poco de ayuda de la magia), en 2013 (dos años antes) habían conseguido todos juntos, ser escuchados y legalizar el matrimonio igualitario y la adopción para personas del mismo sexo en el mundo muggle (al menos en los Estados Unidos) y habían sido de los primeros en casarse. Scorpius le mostró y Draco soltó un suspiro de alivio al ver que no era el acta de matrimonio.

La guerra de los BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora