Hydra Malfoy (Fred Weasley)

VII. TODOS CONTRA DRACO

Dos cartas juegan entre las manos de Hydra.

La primera le llegó justo después de que sus padres se enteraran del castigo de su hermano, pero decidió que quizás lo mejor sería no abrirla. De todos modos, ya sabía que era un regaño por no haber controlado a su hermano, y ese era un asunto que terminó cuando finalizó su excursión al bosque.

La segunda le llegó el día siguiente al que Slytherin volvió a ganar la copa de quidditch contra Gryffindor. Pensó en abrirla en el momento, pero lo cierto es que, tanto podía ser una felicitación por su triunfo, como podía ser un regaño más por no haber dado una respuesta a la primer carta.

Como es claro, no quería abrir ninguna de las cartas, pero justo ahora faltan solo tres días para que tenga que volver a su casa y sabe muy bien que lo mejor es leerlas. Necesita saber qué es lo que le espera a su regreso, y debe preparar una buena respuesta a cualquier situación posible.

Con pesar, la rubia abre el primer sobre y comienza a leer el pergamino.

"Hydra Malfoy, nunca había estado tan decepcionado en la vida.

Lo único que te pedí fue que cuidaras a tu hermano, pero resulta que permitiste que lo enviaran al bosque prohibido ¡Que extraño concepto de cuidar es el que tienes!

¿Siquiera comprendes cuanto arriesgaste a Draco? En ese lugar hay todo tipo de criaturas ¡Pudo haber muerto!

Draco es un niño, Hydra. Tu ya eres una señorita, así que debes comportarte como tal.

Lo menos que espero de ti de ahora en adelante, es que seas la sombra de tu hermano. Quiero que te encargues de que vaya al corriente en todas sus materias, que revises que haya ido a dormir y a comer en los horarios adecuados ¡Quiero que te hagas cargo de tus responsabilidades, señorita!

Tu madre y yo no podemos estar ahí para cuidarlos, pero te hemos dado toda nuestra confianza a ti para hacerlo, y lo hicimos porque creíamos que eras una niña madura a la que se le podían pedir cosas, pero ya vimos que no es así.

Hablaremos cuando el ciclo escolar termine, y no, no mandaremos por ustedes para el cumpleaños de Draco. No lo merecen. Nos han avergonzado terriblemente.

Haste cargo, Hydra.

Lucius Malfoy."

La rubia arruga un poco el pergamino entre sus manos. Es decir, no es lo peor que pudo recibir, y lo del cumpleaños lo asumió desde que supo del incidente. Ella preparó una pequeña reunión en su sala común para el cumpleaños de su hermano, que aunque no fue lo mismo que haber ido a casa, el chico pareció contento con ello.

Pensando que no puede venir nada peor, la rubia abre la segunda carta.

"Hydra, me alegra que estés arreglando tus desastres.

Supe de tu triunfo, al fin una buena noticia.

Draco no ha tenido más inconvenientes y eso me complace, aunque tampoco ha pasado mucho tiempo desde el anterior.

No recibí tu respuesta a mi carta pasada, estaré esperando una buena disculpa en cuanto vuelvas a casa.

Espero que hayan recapacitado ambos de su comportamiento, y que hayas entendido cual es tu papel en esta familia.

Te veré pronto para que me des detalles de todo lo sucedido en el ciclo escolar.

Hasta entonces, Lucius M."

Este pergamino termina convertido en una bola de papel y siendo arrojado a un metro de ella.

¿Una disculpa, por algo que ella no hizo? Debe ser una broma.