XXVIII. UN BUEN CUPIDO

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La emoción por el baile se respira en los corredores el colegio. Se distribuyeron carteles por todo el lugar dando el aviso, y por supuesto que la gran batalla por conseguir a la mejor pareja comenzó enseguida. Corazones, brillos y chocolates brotaban de cada rincón en grandes detalles de los varones para impresionar a las chicas, pero por suerte Hydra no fue agredida por uno de estos esfuerzos. Es decir, nadie en su sano juicio se arriesgaría a ser rechazado por ella, su lengua podía ser modaz en varias ocasiones y preferían ahorrarse esa humillación. Además, todos esperaban que asistiera con Proctor y, probablemente, no estaban equivocados.

Jeremy había estado cerca de ella últimamente. Cada que daba vuelta en un pasillo o entraba una habitación él parecía saber exactamente dónde buscar y cuando aparecer. Tanta atención le pareció extraña, parecía como si presintiera que la rubia había perdido toda pizca de interés en él, y no estaría equivocado. El cariño fraternal por haber crecido juntos permanecía ahí, solo permitiendo que el perdón por su traición fuera algo simple de adoptar, pero cualquier fibra de deseo por un futuro a su lado se había desvanecido como el humo, y eso no pasaba desapercibido para Proctor.

El rubio pasaba horas tratando de incluirla en una conversación interesante o en algún plan para pasar el fin de semana, pero lo único que logró conseguir fue hastiarla de tanto escucharlo. En varias ocasiones se sintió tentada a gritarle que se fuera, que estaba harta de no tener un solo minuto de paz y silencio y de que se metiera en las conversaciones que mantenía con sus amigos extranjeros.

Krum y William habían pasado demasiado tiempo con ella, y aquello era lo único que la mantenía cuerda a decir verdad; con Cindy hablando sin parar de Vasily y estando pegada a su brazo todo el día se había sentido abandonada; Luna estaba para ella, pero se había hecho demasiado amiga de una Weasley y eso la alejaba aún sin intentarlo; las francesas resultaron una excelente compañía, pero hace unos días que trataba de evitarlas un poco, puesto que aún no ponía en marcha un plan para conseguirle a Lynette su cita con el gemelo que le gustaba.

Entonces, Krum parecía ser su verdadero compañero de tiempo completo. Se desaparecía por un tiempo en la biblioteca todos los días, pero Hydra estaba segura que estaba coqueteando con alguien allí, aunque decidió darle un poco más de tiempo de privacidad con ella antes de acribillarlo con preguntas y averiguar la identidad de la chica. En realidad, si quisiera podría entrar ella misma y descubrirlo, pero ese lugar ya no significaba lo mismo desde que su relación con Weasley se arruinó. Cada que pisaba la biblioteca no podía evitar esperar que alguien saliera de algún lugar a atraparla para hablar de algo, y eso era demasiado para ella.

William es astuto, así que no tardó mucho en notar que la rubia estaba pasando por algo importante, así que se había dedicado a ser su afable compañero del día a a día. Quizás esto ha sido lo que más disfrutó Malfoy estos días, estar con alguien con quien se sintiera a salvo en cualquier momento, con quien no tener que levantar la guardia. Aunque, como ya se mencionó, había una pequeña molestia siguiéndola por todos lados: Jeremy Proctor. La sangre le hervía cada que llegaba como perro a tratar de marcar su territorio abrazándola por los hombros. Incontables veces tuvo que empujarlo lejos de ella sin ni una pizca de cuidado. Fingir que el chico le agradaba ya no estaba dentro de sus planes y todos pudieron apreciarlo. Sin embargo, parece curioso el hecho de que Proctor ni siquiera trataba de averiguar la razón de su rechazo y sólo se dedica a reír cuando ella lo agrede, aparentando que es una broma interna de ambos.

A pesar de todo lo anterior, estas semanas lejos de Weasley y Cindy le habían permitido regresar con su grupo de amigos de toda la vida: Brandon Zabini, Rose Petit y John Leroy. Todos sangre pura, con una cuantiosa fortuna en camino y de familias respetables. Habían crecido a la par, asistiendo a los mismos eventos y escuelas, compartiendo tutores de vez en cuando y haciendo reuniones constantes en su infancia por sus padres. Cindy también pertenece a este grupo, pero estando tan ocupada con su prometido no había convivido con ellos por un tiempo, como antes le sucedió a Hydra por estar con él pelirrojo.

Hydra Malfoy (Fred Weasley) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora