Capítulo XLIV ♡

66 9 8
                                    


Kat

Me remuevo en la cama, es tan cómoda que no quiero salir de ahí, un suspiro me sopla en la nuca, doy la vuelta para encontrarme con ese rostro que extrañé todo este tiempo, anoche me había entregado de nuevo a él, sin pensar en los demás, mi celular sonaba y no dudaba que eran Emeraude y Alberto, del porque no llegué a casa. Una punzada de culpa se centra en mi pecho, él estaba con Olivia, y sabía lo que se sentía, aunque fuese una confusión, pero la sensación de darte cuenta que la persona que amabas, me lastimó. Le creí, porque nunca lo escuché tan sincero y caí rendida a sus pies, de nuevo, pero yo no podía hacerle esto a la castaña, no porque me desagradara, tenía que hacerle esto.

Me zafo lentamente de él, el rubio se pone boca abajo, pero no despierta, comienzo a vestirme rápidamente antes de que abra los ojos, tenía que dejarlo ir, ya no me pertenecía, y eso dolía aun más. Termino, lo miro un poco más y con lágrimas en los ojos salgo de la habitación, corro escaleras abajo antes de que me encuentre a Rami o Lucy, no quería hablar con nadie en estos momentos, necesitaba pensar con claridad y estando a lado de aquel hombre al que amaba con todas mis fuerzas, no podría hacerlo.

En cuanto salgo del hotel, el aire fresco de la mañana me pega en mi rostro, comienzo a caminar lentamente, ¿Hace cuánto que no caminaba por las calles de París? Dejé de hacerlo para dedicarme a mi trabajo, todos los recuerdos de la noche anterior llegan a mi, y no puedo evitar derramar algunas lágrimas, algunos solo me miran con lástima. No creo que tenga la mejor cara, pero no me importa, cuando creí que todo iba de maravilla, vino Ben a poner mi mundo de cabeza nuevamente, lo peor es que cedí de inmediato, ¿Por qué tuve que hacerlo? Admito que me había gustado, extrañé tanto esto, pero debía poner mis propios límites.

Minutos más tarde, entro al edificio donde vivimos, me duele la cabeza de tan solo pensar el interrogatorio que me harán mis amigos, subo las escaleras, saco mis llaves y giro la perilla, las voces en la cocina, quiero pasar desapercibida, pero tengo que pasar por la puerta que da hacía donde proviene la conversación de mis dos amigos. Ni modo, tendría que hablar, aún así no quisiera. Alberto está sentado en la pequeña mesa que tenemos ahí con una taza de café entre sus manos, mientras que Emeraude prepara el desayuno, trae ropa deportiva, supongo que acaba de llegar de correr, me asomo lentamente.

- Hola-. Digo bajito.

- Por fin-. Alberto habla-. Pensé que jamás llegarías.

- No fue para tanto, solo salí a tomar unos tragos con Alisha y me quede en su departamento.

Emeraude no me cree, me mira con una ceja encarnada-. ¿En serio?

- Sí, perdón por no avisar-. Tomo asiento.

- Yo no sabía que te habías quedado conmigo, no te vi por ningún lado de mi departamento-. Alisha habla detrás de mi.

Solo dejo caer mi cabeza contra la mesa, Alberto ríe un poco, no recordaba que hoy era día de desayuno con Alisha, todos los sábados desayunaba con nosotros, lo olvidé por completo, Emeraude pone un plato para cada uno, levanto la mirada y todos esperan a que hable, yo bufo.

- ¿Qué pasó?-. Pregunta Emeraude.

- Ben-. Contesto triste-. Me acosté con él.

Alberto escupe su café-. ¿Qué?

- ¡Era obvio!-. Alisha aplaude-. Emeraude, págame ahora.

- ¿Apostaron?-. Pregunto indignada.

- Obvio-. Emeraude le da un billete a mi amiga-. La última persona que viste fue a Ben, así que Lucy nos habló y dijo que él también había desaparecido, así que definitivamente estaban juntos, y si no llegaste-. Se encoge de hombros-. Era porque te quedaste con él.

"Nobody Like You" | BEN HARDY ❣ (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora