Capítulo II ♡

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Bajamos del avión y mis pasos son rápidos, mi hermana había venido por nosotros y solo lo que quería era correr a abrazarla, a ella no la había visto desde hace siete años, debido a su trabajo en Londres, sentía una emoción inexplicable. Primero recogemos las maletas, y salimos apresurados, y es ahí donde veo a mi hermana con un pequeño letrero; "Bienvenidos, Kat, Emeraude y Alberto", corro sin importar nada, ella era un poco más alta que yo, por lo que me pongo de puntitas para alcanzarla y las lagrimas salen, como la extrañe.

Me toma de las mejillas, igual llorando-. Por fin, vuelvo a abrazarte.

- Te extrañé tanto, no sabes cuanto.

- Yo también, Kat-. Se separa de mí y ahora abraza a Emeraude-. También a ti te extrañe.

Al separarse mira a Alberto, lo presento y sin dudarlo, también lo abraza fuertemente; sin duda mi familia amará a mi mejor amigo, como nosotras lo hacemos. Luego de varios abrazos más y lágrimas, subimos al auto de mi hermana, mientras voy en el asiento del copiloto, observo con asombro toda la ciudad, y no puedo evitar pensar en lo hermosa que es, era como siempre me lo imaginé, es de noche y por lo tanto la ciudad está iluminada, lo que la hace más increíble.

El camino se hace más corto debido a los comentarios de mis amigos, haciendo que riamos, la sonrisa de mi hermana me llena de felicidad, volver a tenerla cerca de mí, es lo mejor que me pudo haber pasado en años, y más cuando sé que veré a mi hermano mayor. Los había extrañado tanto, éramos muy unidos que cuando cada quién voló de casa, fue muy triste para todos nosotros, y luego estaba mamá; ella trataba de visitarnos por lo menos dos o tres veces al año, aún así, ya quería verla.

Emma aparca su auto, estamos en un vecindario que puede transmitirte tranquilidad, y que por cierto son casas muy bellas y muy grandes; mientras bajamos nuestras maletas, mamá sale por la puerta casi corriendo, y de igual manera me dirijo a ella para abrazarla fuertemente. Un abrazo que me hace sentir completa, algo que había necesitado desde hace mucho tiempo.

- Cada vez estás más hermosa-. Corre un mechón de cabello, colocándolo detrás de mi oreja-. Te amo tanto, mi niña.

- Te amo mucho más, mamá.

- ¡Emeraude! Que alegría verte-. La abraza.

- Lo mismo digo, Julia.

- ¿Recuerdas a Alberto, mamá?

- Claro que sí, bienvenido.

- Gracias, señora.

- Dime Julia, sé que parí a tres hijos, pero no me veo tan grande.

Reímos-. Bien, Julia.

El subir las maletas, se nos hizo un poco complicado, la casa de Emma tenía siete habitaciones, y cada quien tendría una, eso me hacia feliz. No es que no quisiera compartirla con mis amigos o mi hermana, pero siempre me había gustado dormir sola, entro y me sorprendo al ver el gran espacio que tengo, Emma se había ocupado de llenarla con cosas que me gustan. La cama está al centro con un edredón color lila, del lado de la pared hay un escritorio con diversas cosas como plumas, libretas, y un gran computador, junto a este las puertas de un enorme armario y del otro lado se encuentra una gran ventana que tiene un asiento debajo de él, haciendo que los cojines combinen con los de la cama, una pantalla plana está frente a la cama. 

Sin duda se había lucido.

Al abrir el armario, para acomodar, me llevo la sorpresa de que éste ya contiene diversas prendas como pantalones, vestidos, blusas, chaquetas, y algunos pares de zapatos. 

- Espero que sean de tu estilo y de tu agrado-. Emma se recarga en el marco de la puerta.

- Obviamente, muchísimas gracias. 

- No agradezcas, solo quería que te sintieras cómoda cuando vivas aquí, conmigo.

Le regalo una sonrisa-. Sin duda.

- Ahora arregla lo que falta y baja, la cena casi está lista, no tardes.

Me dedico a hacer lo que mi hermana me pide, había traído pocas cosas para comenzarme a mudar, regresaría a París solo por ellas, me daba nostalgia dejar aquel país; me había encariñado con todo, pero sabía que aquí estaría mucho mejor, de vez en cuando me daría una escapada, solo para volver a visitarlo. Como termino, bajo y voy escuchando más cerca las voces de todos, a todos se les nota la felicidad de estar de nuevo juntos, me siento junto a mi madre, que me toma la mano y me da un pequeño apretón.

Eso me hace recordar aquellas noches en las que cenábamos con papá y aún nadie partía de casa, siempre teníamos un tema de conversación, cosa que nos hacía disfrutar la cena. A veces quisiera que él estuviese de vuelta, papá falleció debido al cáncer, cuando se lo diagnosticaron era demasiado tarde, ya era fase terminal, los últimos días estuvimos todos con él, tratando de que los disfrutara, un día por la noche, fui a recostarme con él, aún lo recuerdo muy bien.

Entro sigilosamente a la habitación de papá, me sentía un poco mal, así que sabía que él me haría sentir mucho mejor; lo veo recostado y me dirijo a la cama, al notar mi presencia, alza las sabanas para que pueda entrar junto a él.

- ¿Todo bien, Kitty?- Solía decirme así, y lo amaba.

- La verdad no, me he enterado que fui una apuesta para Liam.

- Es bueno que te hayas dado cuenta, cariño. Si pudiera, me levantaría e iría a golpear a ese pedazo de mierda.

Sonrío.

- Nunca te dejes de nadie, Kitty, van a haber miles de hombres que puedan estar detrás de ti, pero solo tu sabrás quien es el indicado, no dejes que te lastimen.

- ¿Y si no encuentro a la persona indicada?

- Lo harás, tal vez no ahora, pero si dentro de algunos años. El hombre que esté junto a ti, tiene que respetarte, serte leal y fiel, cuidar de ti, ser su prioridad, y sobre todo, que te ame sobre todas las cosas.

- Ojalá que llegue algún día.

- Verás que si, te amo mi princesa.

Al siguiente día, amanecí junto a él, pero su alma se había ido, el día más triste de toda mi vida. Dejo a un lado esos recuerdos, centrándome en lo que hablan sobre la gran boda que será dentro de cuatro días, teníamos que darnos prisa ya que Emma, Emeraude y yo seríamos las damas de honor, mañana iríamos a la prueba de vestidos. El timbre suena, y mi hermana es quien se levanta para ver quien es el que está detrás de la puerta.

- Mañana tu hermana saldrá a medio día del trabajo, iremos por ella y pasaremos a ver los vestidos, estoy segura que les van a encantar.

- ¿Puedo ir con ustedes?

Esa voz, volteo y está parado allí, con esa sonrisa.

- Big Joe.

Pronuncio, él abre sus brazos para recibirme, y lo hago; brincando hacia mi hermano y hundiéndonos en un gran abrazo. Definitivamente volvía a sentirme completa y sobre todo, demasiado feliz.

***

¿Quién no ama a Joe? Es hermosísimo. Su sonrisa, sus ojitos, aaaaaay, espero algún día poder escribir una novela sobre él, jsjsjs

Gracias por leerme, las tqm ❤🙋‍♀️

Gracias por leerme, las tqm ❤🙋‍♀️

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"Nobody Like You" | BEN HARDY ❣ (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora