El deseo del Príncipe [Finalizado]

10.-

Cuando Harry llegó al comedor los ojos de su padre se posaron en él, los ojos del rey estaban levemente hinchados, la respuesta: había estado llorando. O al menos eso creía él y esperaba que tomará ese regalo de buena forma y no como un insulto o burla.

—Buenos días..—Harry tomó asiento aun lado de Hermione, Ginny aún no se presentaba al desayuno y posiblemente no se presentaría ya que según Hermione, la pelirroja habia preferido desayunar en su habitación.

Los abuelos del joven no tardaron en hacer presencia y su madre llegó de última y con prisa, tomó asiento aun lado de su esposo para besar su mejilla con una sonrisa.

El desayuno comenzó, Harry decidió ignorar el hecho de que su padre le miraba fijamente por más de una ocasión haciéndole sentir nervioso ¿Estaría molesto? Eugene no se había molestado, incluso aquel día habia madrugado para comenzar a pintar el lienzo más pequeño para el chico. No había logrado dormir bien durante la noche y su insomnio lo había ayudado a terminar el cuadro antes del tiempo.

—Cariño, estaba pensando en, ya sabes, cambiar a la señora Weasley y conseguir una nueva cocinera incluso un nuevo jardinero, son los padres de la prometida de Harry y no creo que bueno, no sería adecuado que mantuvieran sus cargos en el castillo.—Lily como siempre pensando en todo antes e que su hijo mencionara tal tema.—Llevan tantos años viviendo en el castillo, podríamos darles una retribución por todos estos años y como muestra nuestro afecto y bueno, del hecho que su hija ahora es parte de nuestra familia comprarles una casa en el pueblo.

La idea no era mala para James, se sentía relajado, mierda, hacia tanto tiempo que no había llorado como lo había hecho aquella mañana, incluso se sentía ansioso, sólo quería regresar a su despacho y contemplar el retrato de Severus por más tiempo.—No es una mala idea.

Fleamont se sintió sorprendió por lo dicho por su hijo, incluso Euphemia observó a James más este no le observó.

Lily no fue capaz de disimular la sorpresa más sin embargo, tragó ruidoso al ver si esposo tan relajado, tan.. diferente.—He, si, bueno..—La pelirroja realmente esperaba escuchar una queja por parte de su esposo, aquella respuesta la dejo desarmada.—¿Puedo.. ponerme en eso? ¿Lo aceptas, cariño?

James bebió del jugo y asintió mientras comía del pan y el queso que le habia sido servido. Lily no pudo evitar sentirse más confundida más no dijo nada, no quería arruinar los que fuera que tuviera James aquella mañana.

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Cuando Eugene despertó, lo primero que hizo fue introducir su mano bajo su almohada y sacar aquella hoja con el dibujo del rostro de su madre a medio cuerpo.—Buenos días, mamá.—Los labios del pelinegro temblaron.—Tengo hambre, pero no quiero salir, quiero quedarme aquí, todo el día. Aunque, bueno, también quiero ver tu retrato, el príncipe Harry, él, te ha plasmado en un lienzo y.. ¡Estas realmente hermoso! La abuela no mentía al decir que éramos tan parecidos.

Eugene sonrió nuevamente y guardo la hoja con cuidado para bajar de la cama. Devora justamente apareció con una bandeja con su desayuno.—Buenos días.

—Buenos días.—La chica hizo un leve asentimiento.—Despertó bastante tarde, vine hace una hora y seguía durmiendo ¿Descanso?—la chica comenzó a tender la cama y arreglarla.

Eugene suspiró y asintió, había dormido como nunca aquella noche. Habia dormido feliz.

—Me alegro, ahora coma, o la señora Molly me matará.

Eugene río al escuchar eso, habían varios panecillos y sabía que era los favoritos de devora más esta no podía comer de estos, agarró uno y se lo tendió a la chica.