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—¿Cariño, estas segura de esto?—Preguntó Molly un tanto preocupada. No entendía el negativismo de su hija menor.—durante la vida cometemos muchos errores y, no quiero que te dejes desplomar por uno de ellos, el príncipe Harry...

—No quiero ser reina, yo.. no nací para esto, mamá. En mis sueños era todo perfecto pero la realidad es otra, yo.. Nadie me va a respetar, este pueblo parece odiarme y yo, quiero disfrutar mi vida.—Murmuró convencida la pelirroja de cada una de sus palabras.—Quiero disculparme con Eugene antes de irme con Charlie.

Molly se removió nerviosa, todos sus hijos habían sido bendecidos con una gran oportunidad de estudio y trabajo, pero era en otra región, en otro país, y Charlie había sido el único en aceptar y al parecer Ginny quería incluirse al grupo.—Cariño, yo... soy feliz con tus desiciones pero.. ¿Y el príncipe? Sus sentimientos.. ¿Acaso no importan?

Ginny aplanó con sus manos el vestido que usaba. El carruaje estaba apunto de partir y sabía que Harry, sería mucho más feliz sin ella, jamás había sido una buena persona con Eugene y.. en ese corto tiempo que estuvo en el castillo perteneciendo a la familia real descubrió que, no era su lugar.

Ella ocupaba un puesto en la mesa que comía el mismo rey. Mientras Eugene, comía a solas en su habitación, no era justo y ella lo sabía.—madre por favor..—Tendió dos cartas a su madre.—una es para Eugene y otra es para Harry ¿Tú.. podrías dárselas?

Molly asintió.

La joven pelirroja abrazó a su madre y tapó sus cabellos con la capa que llevaba, no quería que nadie notará su partida.—Te quiero, mamá.

Molly sintió sus ojos humedecerse.—Yo también te quiero.

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Eugene se observó al espejo mientras peinaba su cabello, no tenía muchos planes para ese día, tal vez, lo único que podría hacer era quedarse encerrado en su habitación.—Aburrido..—Murmuró para observar el retrato de su madre.—¿Ideas para este aburrimiento?

La puerta fue tocada aunque, no espero a que Eugene diera la orden para ser abierta. Harry le sonrió levemente a su hermano.—He.. Ginny ha enviado una carta para ti.

Eugene se colocó de pie. Y se acercó al joven príncipe, sostuvo el sobre que le fue entregado y lo abrió. La letra de Ginny era irregular, incluso, se le dificultó entender lo que había escrito pero.. sintió su estomago retorcerse al ser consciente de las nuevas nuevas. Su hermana había dejado al Reino y, aunque no había la pelirroja no le culpaba de Nada. Eugene, no puedo evitar sentirse responsable.—He..

—También recibí una.—Murmuró Harry tomando asiento en la orilla de la cama del joven doncel.—Creo que, bueno.. no se como sentirme.—Confesó.—Yo, la quiero o bueno ¿La quería? Creo que.. la lejanía y, todas las cosas que sucedieron influyeron en que.. ella y yo, bueno.. no sé. Ella merece ser feliz y tal vez, descubrió que conmigo no lo sería. No de la forma en que ella quería.

Eugene tragó ruidoso.—Yo.. puedo ir con mi abuela y, estoy seguro que me dirá donde está y así usted, tu.. podrás ir y hablar con ella y..

Harry negó, sostuvo el rostro de Eugene haciendo que esos ojos café le observaran fijamente.—No, déjala que se vaya. No puedo obligar y, ya te dije.. tal vez, el amor que yo juraba sentir, no era tal cosa en verdad ¿Sabes a quien es la única persona a la de la que no quiero separarme jamás?

Los labios de Eugene temblaron.—¿De quién?

Harry sonrió, beso su mejilla y su nariz, para estrecharle contra él.—De ti, Eugene.—Murmuró—Creo que tendrá serios problemas, hermanito, por que no dejaré que te cases con nadie, te quiero sólo para mi.

Las mejillas del joven de cabellos largos enrojecieron, sintiendo como los latidos de su corazón se aceleraban.—¿Preocuparme? Imposible, mi plan va a la perfección, si sigo así dentro de poco seré el rey de Gryffindor.

Harry río, enterró su rostro en el cuello de Eugene, y sin poder evitarlo dio un beso en aquella piel.—Bueno, que te digo ¿Me has hechizado? De igual, mi deseo no se hizo realidad del todo, creo que papá tendrá que concederme uno nuevo.

Eugene suspiró, se acurruco a Harry, descubriendo que le gustaba ser abrazado de esa forma por el chico.—¿Y que pedirás?—Preguntó.

Harry colocó un gesto pensativo mientras acariciaba la espalda de Eugene.—Bueno ¿Qué quieres tu? Severus seguramente hubiera pedido locamente casarse conmigo si le hubiera conocido.

El joven pálido río, y rodó los ojos.—¿Qué quiero? Bueno..—sus mejillas ardieron aún más.—Tu.. Bueno, que no te separas de mí.

Harry sonrió, sintió entonces sus mejillas enrojecer un poco, observó el bonito rostro de Eugene cerca de él, y suspiró. Mierda.—¿Es eso una propuesta de matrimonio? Por que aceptó.

Eugene sonrió, beso la mejilla de Harry y, el joven príncipe le imitó aunque esta vez, acercando levemente sus labios al inicio que estos.—Sabes que eso no es posible, tonto.

—¿Seguro, Eugene?—Expresó Harry sin soltarlo.—Serias una gran esposa.

Eugene le pellizco, aunque se retorció al sentir las cosquillas que Harry comenzó hacerle.— ¡Eh! HAHAHAHAHAAHAHAHHAHA B-basta, Harry, eres un cerdo. B-BASTA.. HAHAHAHAHAHAHA.—Eugene logró, apartarse pero, Harry le detuvo, se creó una pequeña lucha entre ambos, que finalmente dictó a Harry como vencedor.

Eugene rio fuertemente y suspiró.—Eres un cerdo, Potter.

Harry sonrió.—El más hermoso de todo.


El deseo del Príncipe [Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora