Iluminame.

Capitulo 16.

Es hora de hablar.

Alexander.
Esto va a salir mal, muy mal.

Ayer luego de que Marena me dejara como un estúpido en su estudio, decidió que hoy sería un gran día para contarle a mi familia sobre la boda. Mare me había obligado a hacerlo, si fuera por mi esperaría un día antes, y les mandaría un mail avisándoles.

He atravesado muchas cosas en mi vida torturas, balazos, puñaladas y puñetazos, también me he enfrentado a personas horribles y de lo peor, pero contarle a Eva Meyer Schwarz que su hijo se iba a casar por conveniencia y sin amor, iba a ser la más difícil.

Toda nuestra vida, mi madre nos enseñó a mi y a mis hermanos que el matrimonio siempre debía ser por amor. Ella y mi padre se conocieron en sus veinte y se han amado desde el primer día hasta la actualidad, Björn era frío y distante, mientras que mamá era cálida y aventurera; citándola, ella "derritió su corazón de hielo".

Eva odiaba los matrimonios arreglados, según ella vio como muchas de sus amigas se marchitaba lentamente junto a hombres que hacían sus vidas miserables; y temía lo que podía pasar hoy. Mamá ama a Marena, y ella creerá que arruinare su vida con esta unión.

-¿Cariño estás bien?- pregunta suavemente mi madre desviándome de mis pensamientos.

Lleva el vestido azul que le regalo papá hace unos días, y su cabello negro esta atado en una moño perfecto.

-Si. - respondo secamente. - ¿Podrías poner un plato extra en la mesa?

-¿Alguien viene a almorzar con nosotros hoy? - me mira extrañada. -  ¿Por negocios?

- Si y no. Tengo algo importante que hablarles.

Sus ojos grises brillan de emoción.

-Por su puesto. - habla con felicidad. - ¿Y quien viene es alguien... especial?

- Si. - se que eso es mentira, pero necesito endulzar un poco la noticia. Ya sabia que terminaría en el infierno, esta mentira no seria la que me condene. 

Mamá no da más de la alegría, y un pequeño chillido escapa de su garganta, luego corre a la cocina y se pone manos a la obra.

- ¿Por qué mamá estaba gritando? - pregunta Dominik mientras entra en la sala cargando a Eda.

En el segundo en que mi sobrina posa sus ojos en mi, corre a mis brazos, la tomó y ella esconde su cabeza en mi cuello y susurra un saludo.

-Alguna de sus locuras - suelto rápidamente.

-No lo creo, sus gritos de locura suenan diferente. - declara.

-Eso es verdad. - dice Eda.

-Ese grito sonó como de felicidad.

Se que en unos veinte minutos descubrirá todo lo que sucede, aunque no quiero que lo sepan, es inevitable; pero también necesito un aliado en esto.

-Marena vendrá a almorzar con nosotros. - balbuceo.

-¿Cómo, no te escuche?

-Marena vendrá a almorzar con nosotros. - repito lentamente. Mi ceño se estaba frunciendo cada vez más.

Los ojos de Dominik se expanden de manera exagerada.

-¿Marena? ¿Marena Di Rinaldi? ¿La chica que volviste loca durante la academia?

Asiento y veo como una enorme sonrisa en su estúpido rostro.

-¿Y por qué Marena viene a nuestra casa? - dice con picardía.