Capitulo 25.

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¿Lo haremos juntos?


Marena
Emilio "figlio di puttana" Vitale.

O para los amigos, Milo. 

En la mafia italiana existían rangos, la cabecilla de toda la operación era yo, la Don, y por debajo de mi esta Alessandra, mi mano derecha, y luego están mis cuatro Capos, entre ellos Milo.

Hay muy pocas personas en las que confió plenamente, y Emilio se acerca bastante a ellas; él es uno de mis hombres de confianza, al no ser capaz de dirigir cada mínimo aspecto de mi clan, el territorio italiano es dividido en los cuatro puntos cardenales, norte, sur, este  y oeste, y cada uno de mis capos se ocupa de defender y protegerlos.

Emilio es el líder del norte y uno de mis más temidos hombres.

En el segundo en que sus labios impactan con los míos, no puedo evitar sonreír con el pensamiento del macho alfa toxico en mi espalda.

- ¿Qué haces aquí bellezza? – pregunta él cuando se separa de mi.

Intento no sonreír en el segundo en el que siento al torbellino de ira en mi espalda.

- He venido a cumplir mi papel querido.

Escucho el suspiro de frustración del alemán detrás de mí.

Milo ignora completamente mi comentario y continúa hablando.

- Que maravilloso es el destino de poder volver a unirnos, hace tiempo no era bendecido con tu presencia, no me malentiendas, adoro ver a Alessandra, pero absolutamente nadie podría compararse contigo belezza. – toma mi mano y sonríe. – Sabes que en el momento en que tú me lo digas nos largamos de aquí y nos encerramos en mi habitación por el resto de la semana.

Siento como Alexander se prepara para romperle la cara, y decido que ya he tenido demasiada diversión, y me obligo a terminar con el drama.

Tomo a Alex por el brazo y hago presión para que se esté quieto.

- Es un gran ofrecimiento Milo. – el diablo bufa con frustración a mi lado. – Pero creo que tu esposa odiaría eso. – digo recordando a Amelia Vitae, mi capo de este y adorada esposa de el hombre frente a mí.

Noto como Meyer se relaja un poco.

- Oh cariño, tu y yo bien sabemos que a mi esposa jamás le molestaría, es más creo que le molestaría que no haya sido invitada como la última vez en Austria. – carcajea. – Esas fueron buenas noches. – dice recordando.

Antes de que pueda decir otra palabra, me veo interrumpida por la mano del alemán apareciendo entre nosotros, mientras que la otra toma posesivamente mi cintura.

- Alexander Meyer Schwarz, jefe de la mafia alemana, prometido de Marena y tu fututo asesino. – se presenta con una sonrisa lobuna.

Emilio sonríe aun más logrando que la irritación de Alex aumente.

- Milo Vitae, capo del norte, amante generoso y fan número dos de tu futura esposa. – toma la mano de Meyer. – Si te preguntas quien es el número uno, esa sería mi querida Amelia.

El italiano hace caso omiso a la amenaza de muerte y las miradas asesinas de Alexander.

- Algún día te podrías unir a nosotros, mi amada Ami y yo somos muy buenos a la hora de compartir.

Alex respira profundamente y lo observa como si intentara preguntarse si el italiano es suicida, estúpido o solo le está jugándole una broma.

Por mi parte yo disfruto ver la creciente frustración por parte de mi prometido, creo que nunca se ha encontrado con alguien que le importe tan poco su poder como con Emilio. El es alguien que se guía por la filosofía de la vida es solo una. El hombre ha hecho todo en la vida, prefiere arrepentirse por una situación, antes que preguntarse el que podría haber sido, y para su suerte encontró alguien dispuesta a seguirlo en su locura, su adorada Amelia. Ambos forman la pareja más particular y hermosa que podría haber; viviendo en casas separadas, follandose a cualquiera y aun así amándose con una locura infinita.

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