Libertad, honor , sacrificio, honra, amor o traición era algo que cualquier persona en su sano Juicio jamás se atrevería a mezclar para describir a una persona, Jeon Jungkook , lo sabia a la perfección...tanto que su vida pasada, ahora se recreaba...
Desolación, frío, temor, desesperanza, era lo que se vivía en esa celdas que conducía a una muerte segura a todos los que en ella se ella se encontraban, esa prisión en corea del sur, que pintaba tal cual como si del norte se tratara, esa celdas que se encontraba en la provincia de Busan, en lo más remoto de los establos olvidados tras la guerra de las dos coreas, esos establos que a la vista de muchos eran solo viejos terrenos abandonados, sin relevancia ni importancia, pero los cuales escondían en el subsuelo, túneles que contenían una gran cantidad de explosivos, cárceles, cuartos de torturas, y soldados de corea del norte, los cuales llevaban una vida "NORMAL", como ciudadanos de sur, algunos haciéndose pasar por doctores, maestros, pintores, sobrinos , esposos, entre tantas cosas, 15 eran el total de los infiltrados del norte en el sur, de los cuales sus identidades eran totalmente desconocidas, identidades que solo los mas altos mandos sabían, porque nadie fuera del círculo negro tenía acceso a sus identidades y motivos de estar ahí, solo estaba el conocimiento de la misma meta en común.
–Capitán, el nuevo ha llegado, y será asignada a una familia, tiene recién 22 años, y será colocado como sobrino del canciller de relaciones exteriores.–
–¿Cuan es el apellido del canciller?, Kim, Kim Ha-neul
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