SEÚL COREA
OCTUBRE DE 1979
El sabor amargo que había en sus bocas, era algo que no podían quitarse, ni con todo lo dulce del mundo podrían apartar la sensación de dolor, tristeza y amargura que les abundaba en lo más profundo de sus pechos, era como una daga clavándose de forma letal, que les hacia una herida directa al corazón, fulminándolos de forma irremediable.
Jungkook, no veía una vida que no fuera Jimin, y Jimin, no veía a Jungkook en su vida, simplemente por que no quería condenarlo a algo tan vil y cruel como enterarse de todo lo que pasaría en próximos días.
El reloj seguía girando y por más que quisieran que todo se detuviera, la realidad es que por arte de magia nada se pausaría, no había manera de que ocurriera un milagro, y por ello, ese día dentro de aquel departamento perteneciente al rubio, había terminado todo lo que les unía.
El sollozo en ambos labios seguían escapándose, mientras el rubio reposaba hincado en el piso y el pelinegro estaba sentado en el sillón frente a él, con las manos en su cara sosteniéndose a si mismo, porque dolía, dolía como un maldito fuego que incendiaba cada parte de sus corazones, dolía como si les hubiesen arrancado cruelmente y sin anestesia cada parte de sus cuerpos, dolía tanto que el simple hecho de ser conscientes que no habría un mundo donde ambos vivirían libre y amándose se volvía una verdad irrefutable.
El cuerpo decaído y pesaroso de Jungkook fue acogido por los brazos cálidos del rubio quien ahora se encontraba sentándose al lado del menor, mientras contenía los sollozos que salían dolorosos.
—Está bien Kookie, está bien, estarás bien, vas a olvidarme, con los años vas a encontrar a alguien que te ame, de la forma en la cual tu amas, vivirás una vida feliz, y quizás hasta tendrías pequeños con tus preciosos ojos, todo eso es posible, yo — Las lágrimas insistentes seguían saliendo si siquiera poder retenerlas, y es que tampoco es como si lo quisiera, no es como si pudiera simplemente ignorar que la separación sería fácil, no es como si ambos pudiesen aceptar que jamás volverían a cohabitar en la misma atmósfera.. —Yo no iré a Londres — Susurro , haciendo que el menor apartara las manos de su cara y voltease a verle con sorpresa, — Yo jamás llegare ahí, y pase lo que pase, tu, por favor prométeme que jamás volverás a Corea, necesito que me prometas que por nada del mundo detendrás el viaje que está planeado para ti y Nae después de la boda
—Jimin, no, no puedo prometerte eso — Afirmo el menor entre sollozos desesperados — Voy a volver aquí, voy a buscarte, siempre voy a volver por ti
La desesperación que justo había invadido al rubio, volvió a tomar fuerza en su interior, haciéndole sentir miserable, lo último que quería era que Jungkook dijese eso, él no quería que volviera, porque quizás al volver, se daría cuenta todo y entre ello, quizás jamás le encontraría a él.
—No, necesito que me lo prometas Kook — Pidió con un tono de voz más duro, ya sin lagrimas que arruinasen su visión, la desesperación colándose fuera de su boca, mezclándose entre palabras desesperadas — Necesito que me lo prometas
Pidió una vez más, ahora con la cara de Jungkook entre sus manos, limpiando esas lagrimas que le estaban bañando, se acercó susurrando en sus dulces labios lo mucho que le amaba, y entre una promesa jamás afirmada por el menor, se besaron, sellando una despedida inevitable, una despedida que no tenía remedio.
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In another life - |KOOKMIN | JJK 💜
FanfictionLibertad, honor , sacrificio, honra, amor o traición era algo que cualquier persona en su sano Juicio jamás se atrevería a mezclar para describir a una persona, Jeon Jungkook , lo sabia a la perfección...tanto que su vida pasada, ahora se recreaba...