Despedida de Solteros - Parte 1

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Rodorio

Linda y Lina se preparaban para el viaje. Era muy tarde pero así lo había planeado la diosa Athena. La salida estaba programada a las 10 de la noche y por la diferencia horaria estarían llegando a las 12 de la tarde a su destino. Por lo que todo eso prometía ser un poco agotador.

—Tenía entendido que un viaje de aquí allá seria de más o menos diez horas —Comentó Lina empacando su maleta

—Sí, pero la señorita Saori tiene a su disposición aviones turbo, nos llevan en menos tiempo —Explicó su hermana Linda

—¡Cielo santo! ¿Cuántos aviones se necesitará para eso? Esos artefactos tienen capacidad máxima para diez personas

—Creo que serán —Meditó—. 4 aviones. Creo

—Qué barbaridad ¿Y nos recogerán en el Santuario?

—En el Santuario no, cerca, en una zona despejada para el aterrizaje

—Ya estoy emocionada. Pero pensé que, siendo hombres dotados de extraordinario poder, tendrían algún método más eficaz para moverse

—Lo tienen, se llama teletransportación

—¿Como la de Goku?

—Sí algo así

—¿Y por qué no la usan?

—Porque somos varios civiles en el grupo, es una distancia muy grande, y eso nos podría afectar seriamente. Como no sabemos manejar nuestro cosmos, un viaje así nos puede hasta matar o dejar noqueadas por días o semanas

—Que espanto. ¿Tú como sabes eso?

—Me lo explicó mi Aldi

—Es bastante complejo todo el tema. Los santos de Athena no se andan con cuentos

—Apresurémonos, Dohko y Aldi nos están esperando

Ambas mujeres terminaron de empacar todo lo que necesitaban y como lo había anunciado Linda, tanto Dohko como Aldebarán aguardaban afuera de la casa de las chicas mientras conversaban amenamente.

—Caballeros gracias por esperarnos —Habló Lina llegando con los hombres—. Lamento la demora

—No te preocupes. Encantado de esperarte —Le dijo Dohko a Lina con una grata sonrisa, la chica se sonrojó ante ese acto

—Parece que las cosas van bien —Comentó Linda. Aldebarán sonrió socarronamente mientras los otros dos se ponían colorados

—¿De qué hablas Linda? —Preguntó Lina

—De nada ¿Nos vamos? —Apuró la mayor

Los hombres tomaron cada uno el equipaje de las mujeres, Linda aceptó encantada la ayuda de su prometido, pero Lina se avergonzó aún más al recibir el gentil gesto por parte del santo de libra, insistió en ser capaz de llevar sus propias cosas, pero el hombre como todo un caballero la convenció de colaborar con tan insignificante tarea.

Caminaron con cuidado debido a la negrura de la noche, los cuatro llegaron frente a las escalinatas del primer templo donde ya algunos santos aguardaban. Claro, algunos como Aioros esperando a encontrarse con la bella hermana de Linda.

—Buenas noches —Saludó amablemente Sagitario, a su lado Seiya también estaba ansioso y no solo él, Hyoga era otro que estaba muy emocionado con la llegada de la gemela—. Bienvenidas señoritas. Yo soy Aioros —Se dirigió a Linda

—Ya lo sé. Pero supongo que quieres conocer a mi hermana —El santo se llevó la mano a la cabeza. Que tonto había sido—. Ella es Lina

—Hola —Saludó a la indicada esta vez—. Yo soy Aioros de Sagitario. Aquí entre nos, el más poderoso de todos—. Dohko rodó los ojos

¿De quién es el bebé?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora