–Apareces de repente en mi casa con un poco de galletas porque... -La mirada seria y amenazante del rubio le mostraba su incomodidad por la sorpresa. Sin embargo, estaba muy acostumbrado a recibirla y no se sintió intimidado.
–¿No puedo visitar a mi amigo de toda la vida en su casa para compartir bocadillos? –La voz de Mitoku sonaba demasiado alegre a comparación de la mirada de su amigo.
–Tienes al imbécil que vive al costado, ¿por qué me molestas a mí?
–Oh Katsuki, qué gusto ver que aún mantienes ese carácter tan... enérgico. –Se llevó una galleta a la boca, saboreando lentamente. –Sólo quería hablar un momento contigo y contarte las buenas nuevas.
–¿Algo especial respecto a la academia de tu ducado? –El repentino interés indicó al hijo del duque que había escogido las palabras correctas.
–Tiene que ver con la academia sí. –Levantó el vaso de jugo que le habían traído de inmediato las sirvientas de la casa y bebió un sorbo. –Uhm, Las naranjas del jardín de tu madre son exquisitas. Deberían empezar a comercializarlas, así como sus frambuesas y melones, tal vez así tu padre dejaría un poco las minas, las frutas de tu casa son las mejores que he probado jamás.
–Las frutas no te rinden lo que las minas, además, mi viejo está obsesionado con la minería. No voy a mentirte, es un campo muy interesante, está mejorando un método de extracción para iniciar excavaciones subterráneas. Si no me hubiera enlistado en la academia, estaría ayudando a mi padre con el proyecto ahora mismo, pero las clases empiezan en un par de días.
–No me sorprende que puedas cumplir con ambos proyectos a la vez, eres la única persona que conozco que puede hacer bien cualquier cosa que se proponga y que a la vez es asombrosamente responsable.
–Tu actitud me resulta extraña, cada vez más, ¿por qué me estás halagando ahora? Sólo dime las "buenas nuevas" que tienen que ver con la academia y terminemos con esto, sabes que odio el suspenso. –El pelivioleta soltó una pequeña carcajada.
–No has cambiado nada.
–Sólo fue un año, nos vimos menos que antes, pero nunca perdimos contacto, ¿cómo esperabas que cambiara? –La risa se intensificó.
–Bien, bien. Éste año será diferente. Mi madre aceptó por fin la propuesta de mi padre y podré asistir a la academia con ustedes. No estaré presente todos los días, porque también debo continuar con mi preparación para heredar a mi padre, pero asistiré.
–¡Ja! Maldito mocoso, lo conseguiste. ¿Cuánto le lloraste a tu vieja? No importa, será un año muy divertido, los idiotas de la academia no me llegan ni a los talones.
–Pensé que apreciarías la diversidad de estilos y técnicas de tus nuevos oponentes.
–Pues no tienen ni uno ni otro.
–¿Qué me dices de Denki e Izuku? –La mirada de su amigo cambió.
–¿A qué viene la pregunta?
–Ya sé que no te gustan los rodeos. Está bien, cortaré la larga lista de preguntas que tenía en mente para llegar al punto. Escuché que te alejaste de Izuku. ¿Sucedió algo?
–Nada que te importe.
–No veo como no me importaría algún tema que los alejara. Han sido buenos amigos desde que tengo memoria. Crecieron juntos como hermanos desde siempre, puede que te muestres hosco e insensible, pero sé que te afecta. ¿Estás esperando a que él se disculpe primero? ¿Es un tema familiar? Que yo sepa los condes Bakugo y Midoriya no han tenido altercados.
–Los viejos se adoran, pasan más tiempo entre ellos que con sus esposas, verlos peleados es imposible. –Observó la mirada atenta de su amigo que lo animaba a soltar más información. –Escucha, no lo diré. Si lo hago no me dejarás en paz hasta que las cosas se solucionen y ésta vez, no deben solucionarse.
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The Both of You
Teen FictionLa Duquesa Jiro dominada por sus temores hace pasar a su única hija como varón. Mitoku Jiro crecerá como un niño sin complicaciones hasta que los cambios empiecen a ser muy notorios. *Los personajes pertenecen a Khei Horikoshi *La portada fue editad...