El pelirrojo estaba parado rígidamente frente a su puerta. Hasta daban ganas de dar la orden de descanso. Solía ponerse nervioso con facilidad, no tanto como Deku, pero le parecía extraño verlo de tal forma frente a él. A su lado siempre se mostró más seguro.
–¿Por qué mierda sigues parado ahí como un imbécil? Si vas a decir algo, dilo ya. –Kirishima tragó saliva con dificultad, al mismo tiempo que sus mejillas empezaban a tomar color. –Y acércate de una buena vez, nadie va a matarte. –Sonrió divertido al verlo ligeramente preocupado. El rubio tenía mal temperamento, pero nunca golpearía a su pareja.
–Yo... quería conversar contigo. –Bakugo asintió y se sentó al borde de su cama, indicando a su novio que se sentara a su lado. –No sabía si sería buena idea venir, nunca lo conversamos, lamento si te incomodé. –El rubio bufó.
–Cualquier amigo mío es bienvenido a mi casa. Siendo uno de mis mejores amigos, sería raro que no vinieras. Idiota. –Kirishima suspiró y sonrió aliviado.
Conectaron miradas un momento, Bakugo esperando que el otro empezara a tratar el tema por el que había venido y Kirishima simplemente contemplándolo. Pronto fue muy poco para él y se acercó a abrazarlo, colocando su cabeza sobre su pecho y sujetando con fuerza su cintura.
–Qué carajos haces... -Kirishima sonrió. A pesar de la rudeza de sus palabras, su tono era completamente diferente. Entre nervioso y hasta suave, pero probablemente sólo se debía a que estaba sorprendido. Él sabía bien que a pesar de que su propuesta fuera aceptada, sus sentimientos no eran correspondidos, al menos no a plenitud.
–Creo que estoy celoso. –El rubio soltó una risotada burlona, aun así, ya había tomado suficiente valor para comunicar sus emociones como para retractarse después de empezar. De todas maneras, la relación no tenía futuro, quería al menos hacer lo correcto. Una buena comunicación era lo correcto. –Estoy hablando en serio. Sé que te reuniste con Midoriya la primera noche del campeonato. Era obvio que ambos se estaban comunicando por miradas al día siguiente, y no sólo ese día, siempre lo hacen. Saliste de la academia con él hoy en la mañana también, sin decir nada. Y también sé... -Dudó un momento, tal vez sería un poco invasivo confesarle que sabía sobre los sentimientos del otro. Pero de nuevo, ya había empezado. –Sé que lo quieres, no como al resto de tus amigos, no como a mí tampoco.
Se mantuvieron en silencio un momento, se podía sentir claramente cómo el rubio estaba conteniendo la respiración. Al estar en su pecho era mucho más sencillo notarlo, así como los latidos de su corazón. Esa era la afirmación a su sentencia.
–El chico del que hablaste la noche que confesaste tus sentimientos en el bur... en la casona del bosque, era él, ¿cierto? –No estaba esperando que respondiera, ya era obvio, pero era una buena pregunta retórica para que él mismo empezara a caer en la realidad. –Fue el primero que descarté, nunca se llevaron bien, pero ahora es claro. Siempre te preocupas por él, sólo no sabes cómo expresarlo y terminas siendo muy rudo. –Suspiró pesadamente. –Deberías... yo creo que deberías hablar con él, decirle en palabras lo mucho que te importa. Si no lo haces, él terminará creyendo que lo odias y puede que... -Mordió su lengua un par de veces. –Probablemente seas correspondido. Es cierto que siempre tiene la guardia en alto cuando se trata de ti, pero cuando no lo estás observando, él te observa a ti. Y yo sé reconocer esa mirada, sé que probablemente yo también la tenga cuando te veo. –Se separó finalmente del rubio y se sentó como era debido a su costado, mirando al lado contrario del cuarto porque se le hacía difícil pensar en ver una sonrisa en su rostro. –Es difícil no caer ante tus atributos, eres alguien muy especial.
–Deberías pasar más tiempo entrenando que observándome. –El pelirrojo adoptó el color de su cabello en sus mejillas inmediatamente. Sintió una mano posarse en su cabeza. –Sin embargo, es un buen consejo, uno que debería venir de un amigo, no de mi novio. –Kirishima bufó fastidiado y se cubrió el rostro.
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The Both of You
Подростковая литератураLa Duquesa Jiro dominada por sus temores hace pasar a su única hija como varón. Mitoku Jiro crecerá como un niño sin complicaciones hasta que los cambios empiecen a ser muy notorios. *Los personajes pertenecen a Khei Horikoshi *La portada fue editad...