―Oye, niño, despierta ―el sonido de una áspera voz me asombró y con una veloz reacción, abrí mis ojos.
De mal humor, me levanté de donde estaba. La luz chocó contra mis ojos, haciéndome taparlos de inmediato con mi brazo. Después de unos segundos, cuando mis ojos ya se habían acostumbrado a la fuerte luz del sol, me di cuenta de dónde estaba.
―¡¿Qué hora es?! ―grité histérico.
Sin pensarlo, tomé mis cosas y estaba a punto de salir, cuando oí al conserje vestido de un traje completo gris y un gorro rojo en mal estado.
―Medio día ―contestó molesto al ver el desorden de mesas que había dejado al pararme de modo descuidado.
¿Me quedé dormido, una noche en la escuela? ¡Y el maldito de Damon no me despertó!
Los recuerdos volvieron a mi cabeza de modo inmediato y me percaté de mi infantil y patético comportamiento del día de ayer con un chico que a lo más sabía su nombre. Salí lo más rápido de la escuela, rumbo a mi casa. Mis padres me iban a matar, y eso que ya había roto un récord sin que me castigaran. Siempre lo hacían, por cualquier cosa, no importaba lo pequeña que fuera. Abrí la puerta muy despacio, pero mi madre, como todas las madres, fue más rápida que yo. Por arte de magia, apareció por detrás de mí. Estaba cruzada de brazos y no se veía contenta ni con su más radiante sonrisa.
Oh, esto iba a estar malo.
―Jovencito, ¿dónde se supone que has estado? ―exclamó.
―En la... ¿escuela? ―levantó una ceja y me miró mucho enojada. Tal vez no debí decir eso ¿Quién creería eso, cuando es la excusa más usada?
―Jason, sabes que odio que bromeen conmigo. Si no me dices la verdad ahora—la interrumpí antes que terminara su amenaza que no me caía bien cuando había dormido tan mal.
―Madre, escucha ―rogué, entrelazando mis dedos y alzándolos a su cara.
―¿Entonces? ―me quedé callado y mi madre empezó a caminar a la cocina. Incluso si estaba de espalda podía sentir entre mis sentires su expresión de decepción y enojo.
Eventualmente hablamos y terminamos conversando de las responsabilidades que tenía y las reglas que debía respetar si deseaba qu hubiese buena convivencia en la casa. Y que mi rollo de que me había quedado dormido en la escuela era lo más tonto que había escuchado, y no se lo creyó. Finalmente, me dirigí a mi cuarto con algo de culpa por preocupar a mi madre así.
Tenía que admitir que me esperaba una reacción más exagerada de mis padres; sin embargo, agradecía que mi padre aún estuviera en el trabajo. De todos modos, le resté importancia.
Mi teléfono empezó a vibrar en mi bolsillo, lo saqué y eran mensajes de Alexa.
Alexa
¿Dónde estás? Llevo esperando más de una hora!
Recibido ayer a las 18:36.
Alexa
¿Dónde estás? Te he buscado por toda la escuela, creeré que estás muerto o algo... Contesta! Más encima hoy cerrarían temprano la escuela por reuniones administrativas, los conserjes ya se fueron!!
Recibido ayer a las 18:50.
Alexa
Tonto, contesta o te mataré.
Recibido ayer a las 19:30.
Después de leer todos los mensajes que me había dejado, encontré que me había mandado un audio y le puse reproducir: —Escúchame, Jason, he vuelto a casa, ¡pero para tu suerte no llamé a tu mamá!... —tomó una pausa—. "¡Y te juro que si mañana no me llamas, te cortaré las bolas!
Alejé el celular de mi oído cuando el grito sobrepasó los límites de audio de mi oreja. Dispuse en mandarle un mensaje diciéndole que estaba bien y que el lunes le contaría todo. Seguido de tomar en cuenta todos los mensajes de Alexa, dentro de la barra de notificaciones del celular había una de los de mensajes. Me dirigí ahí y leí.
Desconocido
Para la próxima, no te quedes dormido, niño ingenuo.
Recibido hoy a las 11:36.
¿Desconocido?
Jason
¿Quién eres? ¿Y por qué tienes mi número?
Enviado a Desconocido hoy a las 12:42.
Espera... ¿No era Damon quién me decía ingenuo?
Diablos.
Desconocido
¿Ya no me recuerdas? Fui el que te consoló casi una noche entera, niño.
Recibido hoy a las 12:44.
¡No!
Tiré mi celular a mi cama y me pasé la mano por mi pelo de manera irritada ¿Y ahora que digo? Mejor lo ignoro, así me dejará en paz. Pero ¿y si me molesta en la escuela?
Vibró mi celular y me tiré a la cama a ver el mensaje. Era inevitable dado la curiosidad que me causaba el cómo había conseguido mi número de celular y porqué me hablaba cuando no había nada más que hablar.
Desconocido
Sólo espero un gracias de tu parte, ya que fui yo el que te advirtió sobre ese imbécil.
Recibido hoy a las 12:50.
Jason
¡No le digas así! Y no te diré nada porque solo quieres joderme.
Enviado hoy a las 12:50.
Bueno, al parecer esa respuesta fue algo inmediata y... agresiva.
Desconocido
"Oh, ¿ahora lo defiendes? Mira tú, cambias de opinión muuuuy rápido.
Recibido hoy a las 12:52.
Jason
¡No me mandes más mensajes! Es mi problema lo que opine de él. No te metas. Te eliminaré. No molestes.
Enviado hoy a las 12:53.
No perdí ningún segundo más y eliminé el número. No obstante, en menos de dos minutos, mi celular volvió a vibrar.
Desconocido
Puedes eliminarme las veces que quieras, tengo tu número y puedo hablarte cuando me plazca. x.
Recibido hoy a las 12:55.
¿Qué se supone que significa "x"? ¿Eh? ¿Es un maldito beso?
Jason
¿Por qué me sigues molestando? Déjame. Y no me mandes besos.
Enviado hoy a las 12:57.
Desconocido
¿Beso? ¿Estas insinuando que quiero darte uno?
Recibido hoy a las 13:00.
Jason
Por supuesto que no, ¿por qué sigues molestándome?
Enviado a las 13:01.
Desconocido
Porque eres interesante y ya.
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Me confesé al chico equivocado
Teen FictionJason es un chico que esconde sus pensamientos bajo las sombras y se adentra cada día más al mundo de las fantasías. Una de ellas y, a la que más dedica tiempo, es Andree; la persona que le robó el aliento en el primer momento en que lo vio. Y, al...