Me confesé al chico equivocado

Capítulo 24.

Todo se mantuvo en un extraño silencio después del grito que lanzó la loca mujer. Las respiraciones se hacían más erráticas a medida que el tiempo pasaba. Traté de tranquilizar mis nervios y preocupación por lo que estaba por pasar.

Lo primero que escuché fueron los pasos de afuera de la habitación. Eran confusos y múltiples por lo que supuse que Damon no vendría solo.

Ya estaba harto. Harto de tanta incertidumbre y repentinos ataques, del miedo y lo confundido que me sentía.

—Jason, cierra los ojos.

Esa voz parecía poder tranquilizarme hasta en los momentos más oscuros, sin embargo mi rabia corría por mis vemas y no parecía sosegarse.

—Quiero que esto termine.

Y así fue.

Desperté con mi mejilla helada y mis brazos algo dormidos. Estaba en el suelo, me dolía la cabeza y los dedos de mis pies se encogieron a medida que trataba de moverme.

¿Qué había pasado? Miré a mi alrededor y me di cuenta que no fui el único que estuvo inconsciente, habían dos tipos totalmente noqueados y a uno le sangraba la nariz. Uno de ellos era Damon. La tipeja loca esa no estaba por ningún lado y la única luz de la habitación era la que llegaba del pasillo. Atiné a acercarme a Damon y no estaba tan inconsciente o malherido, se me quedó mirando y preguntó: —¿Estás bien?

—Lo estaré cuando sepa qué demonios sucede —vociferé. Se quedó unos segundos callado sin levantar la mirada de mis ojos, mis rodillas dolían un poco por la posición em que estaba, pero lo ignoré porque me urgía más saber qué pasaba.

—Pretendía decirte que lo único que debes saber ahora es que no soy bueno, pero eso ya lo dedujiste —sonrió y lo imité. Tenía razón.— Son personas con las que trabajé hace unos años, robando y vendiendo algunas cosas no tan... limpias.

—¿Y qué quieren?

—Venganza.

—¿Por qué?

—Porque provoqué que encerraran a uno, y fue mi error.
        

***

Esto lo escribí hace casi un año, viendo la pérdida de lectores que ha tenido esta novela, ¿quieren que siga?