2 años despuésJoder... Me había liado con un chico y hasta el nombre se me había olvidado. Y por añadir algo más a la lista de cagadas de esta noche también había olvidado llamar a Alexa en la madrugada para avisarle que estaba bien. Pero, vamos, que tampoco tenía cinco años y que después le explicaría el alboroto que me había hecho este chico para seguir besándome toda la noche, sin dejarme ver el móvil ni por un segundo.
Cogí mi celular al escuchar la vibración y me senté en la cama individual que había compartido una horas con el desconocido, el cual ni siquiera se encontraba en la habitación. Era un mensaje de texto y me extrañé al verlo, y sin más lo dejé sin mirar porque estaba seguro que era un mensaje promocional de las compañías telefónicas o qué sé yo.
—Hey.
Me volteé al escuchar una voz grave y esbocé una sonrisa al ver rulos oscuros y unos ojos redondos mirándome desde la puerta.
—Qué tal —respondí, sin intenciones de mencionar nombres pues no quería cagarla equivocándome. Qué bochorno y más cuando el chico me era tan guapo.
—Venía a decirte que en un rato vienen unos colegas de mi uni a trabajar en unos proyectos de mierda... —vaciló los últimos segundos y me miró con una expresión que interpreté como "tienes que irte, por favor".
—Oh, sí, sí, que ya estaba por irme de todas formas —reí.
Empecé a ponerme la ropa que estaba tirada en el suelo, mientras sentía unos ojos fijándose en mi espalda o en mi trasero. Esperaba que fuera lo último, la verdad... primera cogida del año y esperaba que al menos hubiese sido memorable para ambas partes. Me adelanté a salir de la habitación mientras el chico se dirigía a abrirme la puerta de entrada.
—Pues... —me detuve unos pasos de la salida y pensé en despedirme de forma apropiada—. Eh... fue un gusto —sonreí vergonzosamente y él me sonrió devuelta, levantando una ceja, como si estuviese divagando qué mierdas responderme.
—No, sí, sí. Un gusto, Marcelo. Qué te vaya bien en el examen de lenguas que me dijiste que tenías. Chao —sus palabras salieron rápidamente de su boca y lo siguiente que supe es que la puerta se había cerrado en mis narices. Mi sonrisa se esfumó y mis labios se convirtieron en las víctimas de mi enojo y vergüenza.
El gilipollas había olvidado mi nombre también, y el examen era de Literatura.
***
Hola, chicos y chicas, con la publicación de este capítulo le doy inicio a la continuación oficial de este libro que dejé botado hace mucho tiempo.
Vienen cosas nuevas y con este cambio temporal tengo pensado darle un nuevo inicio.
Pero tranquilos y tranquilas que...
Damon volverá.
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Me confesé al chico equivocado
Teen FictionJason es un chico que esconde sus pensamientos bajo las sombras y se adentra cada día más al mundo de las fantasías. Una de ellas y, a la que más dedica tiempo, es Andree; la persona que le robó el aliento en el primer momento en que lo vio. Y, al...