Contactos > Alexa
Alexa: Cuando veas esto, llámame.
Había recordado el mensaje que me había mandado Alexa hace solo treinta minutos pero que no había hecho caso por lo estrecho que estaba el bus como para coger el celular y llamarla. Saqué mi celular de mi bolsillo al bajar en una parada cercana a mi bloque de departamento, el cual en el momento en que lo toqué había vibrado por segunda vez. Sin mirar la nueva notificación, llamé de inmediato a Alexa.
—Cabronazo —fue lo primero que alcancé a oír al otro lado de la línea antes de haber podido abrir la boca para saludarla. Estaba molesta y aún no estaba seguro si estaba molesta molesta o molesta a medias.
—Mi niña, perdón... Te juro que es la última vez que no te llamo en medio de una borrachera, mientras el imbécil más guapo de la disco me hace ojitos y me da besitos —dije, con un tono de voz meloso y burlesco.
—Mira, niñato, que te acepto que ya eres mayor de edad y que estamos en la uni, pero, idiota, que no puedes olvidarte del protocolo, eh —alzó su voz, con tono preocupada. Antes de disculparme por segunda vez, volvió a hablar—. Y no, no más disculpas, te lo digo como mejor amiga que gracias a sus traumas con exes de mierda está siempre paranoica.
—Tienes razón... —antes de poder continuar con mis no disculpas mi celular vibró junto a mi oreja y lo ignoré—. Oye, mira, como sé que las disculpas ni van en esto ya te invito un burrito cuando salgas de clases —Pasaron unos segundos en los que solo la respiración de Alexa se escuchaba, y en los que de seguro tenía los ojos en modo "desinteresado" y los labios fruncidos. Mira que la conocía.
—Pues te has vuelto baratito en tus chantajes, Jason —rodé los ojos y solté una risa.
—Dos burritos y vamos a la cafetería de Daniel para pedirle el número al nuevo.
—¿Última oferta?
—Y si es menor de edad te compro dos burritos más.
—Trato hecho.
—Un placer hacer negocios con usted, señorita.
—Mira, tú, que si el bombón del nuevo no está o los burritos no vienen con las chispas de colores lo próximo que sabrás serán mis puños en tu
La graciosa amenaza de Alexa no alcanzó a llegar a mis oídos y proseguí a guardar mi celular para sacar mis llaves. Entré a mi pequeño departamento que compartía con dos chicos más que había conocido hace un mes más o menos. Eran bastante decentes y ordenados, y hasta ahora no habíamos compartido mucho más que para coordinar el pago del arriendo y para pedir comida rápida. Los chicos se llamaban Sam y Lucas y eran un año y dos años mayores que yo, respectivamente. Lucas trabajaba para pagar el arriendo y para sumar más billetes a sus ahorros y largarse del continente y Sam era bastante similar, solo que estudiaba para largarse sin las manos vacías más que con dinero.
Recuerdo que la primera vez que escuché sobre ellos y sus metas pensé que eran bastante soñadores, provocándome una pequeña y nostálgica sonrisa en mis labios.
"Qué niño más ingenuo".
Esa voz y ese pensamiento rebotó en mi cabeza y retumbó en mis oídos. Ya había pasado tiempo desde la última vez que había pensado en Damon, me preguntaba en qué estaría en estos momentos, pedía por que estuviera sano y salvo, recordaba la última vez que lo vi y que le dije que nos volveríamos a encontrar cuando fuera correcto y si no era así... Estaríamos bien.
Me recosté en mi cama individual y escuché como los palos que, por poco la sostenían, rechinaron. Me deshice de mis zapatillas y de la sudadera pasada a alcohol y a humedad. Reflexioné varios minutos sobre mi estado actual y sobre si cambiar la fragancia de mi aliento y de mi cuerpo en general. Por dios, qué apestaba.
Con la intención de volver a tomar fuerzas para levantarme de la cama, buscar ropa limpia y desear que el gas funcionara esta vez, fui retenido por las contantes vibraciones de mi celular. Pero bueno, quién me ha extrañado tanto hoy, pensé.
Mensajes de texto > Abrir > Número desconocido
10:47 am.
###: Hey.
###: Espero no haberme equivocado de número.
12:06 pm.
###: Hola.
###: Joder, ya te he saludado.
13:58 pm.
###: Es Finn.
###: Mucho tiempo sin hablar.
ESTÁS LEYENDO
Me confesé al chico equivocado
Teen FictionJason es un chico que esconde sus pensamientos bajo las sombras y se adentra cada día más al mundo de las fantasías. Una de ellas y, a la que más dedica tiempo, es Andree; la persona que le robó el aliento en el primer momento en que lo vio. Y, al...