... Boda ...

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El día había llegado, la final, la Christman Bowl estaba por terminar, comenzaría en unas cuantas horas, al igual que la boda del siglo ambos eventos serían el mismo día y el mismo horario; Renka sabía por qué su futuro esposo había escogido esa fecha, no deseaba dejar ningún cabo suelto, no quería visitas inesperadas, ahora se encontraba en un gran salón preparándose para la ceremonia, no sería la típica fiesta ya que esta sería por completo occidental, observaba como todo el mundo se veía emocionado, corrían por todos lados, por un momento pensó que Hiruma debería sentir esa misma emoción, estaba por cumplir su sueño, no esperaba que el coreback de Deimon apareciera, sólo imaginar esa idea hizo que sonreirá, era una estupidez, en ese momento noto la mirada de todos, sus amigas la veían por esa sonrisa cínica, la maquillista la miraba algo sorprendida, todo el personal se detuvo por ver esa expresión, de un tiempo atrás no había expresado mucha emoción pero ahora sonreía de la nada, no es que fuera malo pero se notaba dolida, ella solo sonrió apenada y pidió disculpas debía cambiar esa actitud, todo mundo regresó a lo suyo, se miró al espejo que se encontraba frente de ella, suspiro debía sacarse esa idea de su cabeza al igual noto una pequeña marca en su clavícula de la noche anterior, gruñio para si misma, le pidió a la maquillista que cubriera la marca, mientras lo hacía miró a sus amigas por el espejo admirando el vestido que había seleccionado corte estilo sirena, mangas bajo los hombros, corsett en forma de corazón llevando diamantes, la falda con encaje al igual que la cola, el velo cubría su rostro y era sujetado con una tiara color plata, regresó la mirada para verse de nuevo ahora la marca había desaparecido, sus labios se encontraban de color carmín y sus ojos tenían un ligero destello plateado, la maquillista halago sus rasgos ya que no había sido difícil escoger su arreglo, la novia sólo reía por escucharla ya que nunca se colocaba nada, ahora soló faltaba el peinado, cerró por un momento los ojos, nunca había sido religiosa pero por primera vez rezo con toda su fe para que todo este espectáculo fuera perfecto, que el dejara de ser así de enfermizo y que le diera fuerza para no morir en el intento, al abrir de nuevo sus ojos encontró a sus damas de honor con sus vestidos color celeste, maquilladas, peinadas y sumamente sonrientes, ella no evitó sonreír con ternura pero antes se observó de nuevo en el espejo sorprendída por el peinado tan detallado.

— Valla, quien diría que podrías verte tan linda .—

Ambas chicas rieron por el perspicaz comentario hecho por Kyoko de repente sacó de su bolso una cajita la cual entregó a Renka.

— Este es un pequeño presente de nuestra parte, sabemos que no es mucho, pero te lo damos con mucho cariño .—

A Renka le temblaron las manos al tener la cajita, con suma delicadeza abrió el regalo encontrando un collar con la figura de una llama e incrustada con una turquesa, la capitana miró a ambas chicas, trató de controlarse ya que casi se suelta a llorar si no es por Sayaka que la abrazo con fuerza.

— Recuerda que no puedes llorar o se te correrá el maquillaje, nunca olvides que puedes confiar en nosotras, se que esto es difícil, pero, puedes salir .—

La capitana abrazo con más fuerza a su amiga estaba protegida por ellas, entendía que cualquier problema podría contar con su fuerza, Kyoko se acercó para unirse al abrazo, aunque no estuvieran en su situación comprendían su dolor. Pasaron unos minutos para que se desiciera el abrazo, debían continuar con el último paso colocar el vestido pero antes la novia levantó su cabello para ponerse el collar.

Mientras tanto en otro lugar el equipo de Deimon se encontraba preparando los últimos detalles para salir a la cancha, era hora de comenzar con su mejor partido, todos parecían un poco ansiosos, pero había alguien que no se encontraba de mejor humor, Hiruma estaba sentando en una banca solo, tenía una toalla húmeda sobre su nuca y cabeza, debía enfriar sus ideas, era necesario concentrarse al cien no tenía permitido flaquear, menos por una mujer como esa, su futuro estaba en juego, se golpeó mentalmente por última vez para concentrarse y enfocarse, era hora o nunca, debía ganar ese era su único objetivo, su sueño.

La Lucha Del DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora