... Verdad ...

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Renka corría rápidamente hacia la azotea, todavía no era la hora con oa que se encontraría con el rubio, estaba demasiado feliz quería ya estar enfrente de el, al llegar a la azotea escucho la voz del rubio y noto que se encontraba con sus dos amigos, no entro de inmediato se quedo
escondida detrás de la puerta, sabia que no debía escuchar pero la curiosidad le ganaba. Hiruma seguía sin decir alguna palabra, Musashi se acerco a el y lo tomo del hombro.

— ¿ Que harás Hiruma ? .—

El rubio retiro de su hombro la mano del moreno, volteo levemente y lo
fulminó con la mirada.

— Kekeke no haré nada ahora mi único objetivo es el Christmas Bowl, la
enana sobra en este asunto .—

Musashi dio un paso hacia atrás y tenía en claro que el rubio era frío pero no a ese nivel, entendía por que luchaba pero esto era un problema hasta para el, Kurita quedo aun mas confundido, no dijo nada no quería echar mas leña al fuego. Renka quedo destrozada por aquellas palabras, ahora sabia que sentía Hiruma por ella " NADA " sus lágrimas comenzaron a brotar con fuerza, se sentía humillada, pisoteada, maltratada había dado lo mejor de si misma y aquel rubio que amaba la botaba sin saber sus sentimientos no aguanto mas cerro su puño y con toda su fuerza e ira golpeó la puerta, mientras salía corriendo hacia su aula, los tres chicos voltearon hacia la dirección de la entrada Musashi ahora entendía por que los había llamado, maldito dijo entre dientes lo tomo de la chaqueta y lo levantó.

— Cómo te atreves a usarnos para esto, me das asco.-

Hiruma agacho la mirada entendía que era peor que basura, no quería verla sufrir por su culpa por eso prefería dejarla ir antes de lastimarla mas, con toda la ira que tenia Musashi lo ha vento al suelo
y salió de ahí mientras Kurita se acercaba al rubio para verificar que estuviese bien
pero con lo que se encontró fue aun peor, ver a su amigo con la mirada más triste que había visto.

Renka estaba destrozada todo por lo que se esforzó se fue al diablo, su mente estaba llena de ira, dolor pero sobre todo odio, no quería volver a saber nada de Hiruma, de Deimon y sobre todo del fútbol
americano, entro a su salón hecha una bestia, aventó todo lo que tenia
cerca, los pupitres salían volando solo quería sacar aquel dolor que sentía en el cuerpo mientras lo hacia, lloraba con toda su fuerza quería olvidarlo, quería nunca haberse enamorado de el y sobre todo
nunca haberlo conocido. Al terminar de destrozar el aula, suspiro amargamente sabia que si alguien se enteraba que ella había provocado aquel desastre la expulsarían y volvería a Seibu, respiro hondo, tomó sus cosas y salió lo mas rápido posible, en el camino hacia la salida se encontró con Sena que la observo devastada se acerco a ella con algo de miedo.

— Okumura san ¿ te encuentras bien ? puedo ayudarte .—

La pelinegra lo fulminó con la mirada y siguió caminando, no quería lastimar al  pelicastaño ya que el no tenia la culpa de lo sucedido con su capitán, tomo su móvil envío un SMS para Kyoko para
avisarle que no iría al colegio ya que estaba enferma, odiaba mentirle a sus amigas pero ahora solo quería estar sola.

La Lucha Del DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora