... Enredo ...

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Al siguiente día Hiruma estaba mas tranquilo, se estaba haciendo a la idea de que aquel encuentro solo fue suerte, pero todo en la vida lleva un camino al cual seguir. Al llegar a Deimon se encontró con Musashi y Kurita que lo esperaban en la entraba todo parecía normal, platicaban con ellos de la estrategia que tendría para el siguiente partido, pero fue sacado de sus pensamiento al ver aquella sonrisa una vez mas, ahí estaba Renka con dos chicas platicando como si lo de ayer no hubiera pasado, se veía totalmente diferente su cabello, sus ojos, el semblante parecía de una persona extremadamente diferente pero a la vez la misma, era aterrador para Hiruma saber que ella estaba por todos lados o eso era lo que sentia, Renka al notar su presencia sonrió de lado, mientras se retiraba de ese lugar, sabia que para el rubio era incomodo su presencia, no le gustaba molestarlo. Mientras tanto Mushahi y Kurita lo veían incrédulos, aquel hombre que se llamaba a si mismo demonio esta levemente sonrojado por aquella chica mas joven, no comentaron nada sabían que pronto les contaría lo sucedido entre ellos dos.

Al estar en el aula Kurita noto que su amigo estaba mas distraído de lo común, no estaba a gusto en ningún lado y maltrataba a sus compañeros mas de lo habitual, eso le preocupo sabia que aquel cambio de humor habia sido por la chica de la entraba, pero no diria nada hasta que se sincerara con el, cuando menos se dio cuenta ya no estaba, suspiro aliviado sabia que estaría en la azotea pensando alguna estrategia o en como sacar a la chica de su mente, sonrio, sabia que el rubio no se dejaria dominar tan fácilmente.
Mientras tanto Hiruma se dirigía a la azotea, se topo con Sena que lo miro algo preocupado, sacudió su cabeza para olvidarse un poco de ella sin mucho éxito tomo al castaño de los hombros y lo comenzó a sacudir, así continuo unos cuantos minutos hasta sentirse mas relajado, lo soltó mientras le daba unas palmadas de agradecimiento en la cabeza como si fuera un perro recibiendo un premio, suspiro relajado, su mente ya no estaba tan enredada, miro a Sena que se encontraba todo mareado, de verdad quería saber de la enana, así que llevo al chico mas joven a su aula donde la chica se encontraba perdida en su música y dibujando en un libret, Hiruma con disimulo la señalo, tomo de nuevo de los hombros a Sena y le grito.

— Maldito enano, tengo un entrenamiento especial para ti .—

Sonrio de lado tenia que saber todo sobre ella.

La Lucha Del DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora