... Negocios ...

42 6 0
                                    

Los días pasaron después de ese fugaz encuentro, los chicos de Seibu aún se encontraban en el hospital pero estaban a punto de darles de alta, Kid y Tetsuma se estaban aliviados habían pasado una odiasea en aquel hospital, nunca se quedaban quietos, trataban de escapar o entrenar, las enfermeras se ya no los soportabasn, pero sobre todo la prometida siempre se veía angustiada, se disculpaba por las molestias que causaban, parecía que la responsabilidad de cuidarlos había cambiado su semblante, ahora era más callada, tranquila y no sonreía mucho, Kid de inmediato lo noto trataba de encontrar la razón del cambio tan brusco, aunque muy dentro de él sabía que había ayudado en el proceso, buscaba una respuesta, pero sólo recibía un - estoy bien aunque nerviosa ya que pronto será la boda - , se excusaba diciendo que debía seleccionar el vestido pero sobre todo quería que él brazo de su prometido se recuperara, en algunas ocasiones Kid miraba el rostro de su chica con detenimiento notaba dolor, ansiedad pero sobre todo tristeza, sabía que el  matrimonio no era aceptado del todo de alguna u otra forma ella lo intentaba asimilar pero ahora ya no la veía tan segura, se maldecia una y otra vez por su falta de pericia sobre el encuentro con Marco pero no podía derrotarse de lo contrario podría dejar cabos sueltos y no era el momento justo, suspiro con cansancio, llamando la atención de la pelinegra la cual sonrió y se acercó a él a dejar un beso en la mejilla

— Tengo que ir al dojo llevo días sin estar ahí .—

— Bien, no demores ya que me darán el alta hoy .—

La chica asintió con la cabeza con una ligera sonrisa, quería perder su mente en el entrenamiento, quería olvidar aquel beso, el aroma a pólvora, la calidez del cuerpo de Hiruma, aquel sueño húmedo de esa noche, necesitaba regresar su alma al cuerpo o de lo contrario Kid se daría cuenta, aunque muy dentro de ella sabía que si prometido lo notaba, comenzó a caminar hacia la salida pero fue detenida por la mano de chico y fue halada para abrazarla con fuerza

— Gracias .—

Esperaba alguna respuesta pero solo surgió un silencio incómodo por unos cuantos segundos, Renka lo abrazo por el cuello y dejó un casto beso en los labios ajenos, el coreback se sorprendió por aquella actitud, separó el beso, aquel gesto sabía que era dado por lástima que por gusto, la pelinegra tomó la oportunidad para escapar de la habitación y no decir más, el coreback se lleno se frustración e ira no entendía por que le dolía como si fuera traicionado pero lo descubriría, se levantó de la cama del hospital para comenzar los preparativos de su alta debia quitarse el yeso a como de lugar. 

Renka corría con toda su fuerza, sabía muy adentro de ella que Kid notaba aquella actitud tan fria, sacudió su cabeza para olvidarse de su frustración de reojo observó a una chica de cabellos dorados, llevaba el uniforme de Los Alexanders sabía que eran malas noticias pero no podía darse el lujo de regresar y tener un poco más de información. Sin darse cuenta llegó a la estación de tren entró con pasos más tranquilos, se coloco sus auriculares, la música sonaba con fuerza para hacerla olvidar un poco sus problemas y llegar a Seibu. 

Pasaron algunas horas Kid se encontraba en el hospital aún, ahora era libre ya habían retirado el yeso, había sido un poco molesto pero su brazo se encontraba en mejor estado  aún así le dieron la indicación que no debía esforzarse, el reposo era necesario para que usará su brazo al 100% se sentía más tranquilo después de tantos días sin el movimiento no evitó estirar su cuerpo en señal de victoria pero noto que alguien lo esperaba, reconocía aquella silueta sabía que estaba ahí por un poco de información.

— Vaya pensé que sólo nos reuníamos por negocios .—

La chica de cabello dorado se acercó a él, con sumo cuidado para tomar su brazo recién liberado y a pegarlo a su pecho.

– Esto es por negocios querido, solo negocios. –

Kid no evitó reír por esa frase siempre que se encontraba con ella pasaban cosas interesante y esta vez necesitaba olvidarse un poco de sus problemas.

La Lucha Del DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora