... Enchères ...

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Varios días habían pasado desde la visita al restaurante coreano, los cuatro amigos trataban de no pasar por la facultad de inginieria o los restaurante cercanos, sabían que eran buscados por el mismísimo demonio, asi que debían estar alerta, en cualquier momento podrían caer en una de sus trampas o en sus chantajes, aunque la menos preocupada era la pelinegra, sabía que ella lo había provocado pero era con justa razón, aquel día tuvieron que entrar a un bar de mala muerte para perderlo y para dejarlos salir tuvieron que consumir un poco más, era eso o ser entragados, al parecer conocían muy bien al hombre que los perseguía, aunque Renka no se fue limpia ya que ella tuvo que pagar todo el consumo, entendía que era por una buena causa, ahora su mayor problema no era el, si no la subasta de arte que la facultad estaba organizando o más bien la que ella debía organizar, al escuchar el plan de los profesores en la reunión solicitada todo se escuchaba tan anticuada no tendrían fondos suficientes para los materiales del año, los artistas no verían los frutos de sus trabajos y los compradores no llegarían, así que levantó la voz proponiendo ideas diferentes, el alumnado reunido estaba de acuerdo con ella debían realizar los cambios, los profesores no les parecía correcto pensaban que lo tradicional debía seguir, ella se negó rotundamente hasta amenazó en no mostrar su obra, eso hizo cambiar de opinion del profesorado, todo el público se sorprendio por sus palabras eso motivo a otros en negar en mostrar su arte, de inmediato los profesores se reunieron y aceptaron sus ideas la única condición es que la pelinegra debía planear todo ya que ellos no se harían responsables del fracaso, ella aceptó, sabía que podrían ocurrir mil cosas pero lo lograría. 

Así comenzó su semana demoníaca, tenía muchas ideas, debía hablar con alumnos de otras facultades para pedir su apoyo, pero tenía un as bajo la manga al mesero del restaurante coreano, su nombre era Koga Fukada tenía un año más que ella en la facultad de artes, así que conocí a bastante gente el era parte fundamental del plan, el podría dialogar con los demás chicos para que se unieran a la subasta, la pelinegra por su parte reunión un pequeño grupo con alumnos de todos los años para armar el evento, todos estuvieron dispuesto ayudar aunque no negaban que tenían un poco de desconfianza al dejar a cargo a una extranjera, pensaban que no tenía idea de lo que quería hacer o que solo quería llamar la atención,  pero al platicarles todo con mayor detalle quedaron sorprendidos, algunos estaban anonadado por tremenda asaña que debían hacer y se pusieron manos a la obra, Renka debía buscar proveedores, seleccionar la sala de audiovisuales que fuera más apta debía albergar mucha gente, la decoración, todo estaba en sus manos debía demostrar por qué había vuelto. Los días siguieron la subasta iba tomando forma, habían convencido a un grupo del conservatorio para que tocará en el lugar, la sala ya estaba seleccionada había comenzado a ser decorada, tuvo que hablar con un superior del área de gastronomía para que el y algunos de sus kohai les ayudarán ya que Koga no los pudo convencer, la comida era un punto de impacto en la subasta, el se negaba ya que no le interesaba los eventos pequeños, decía que ellos solo actuaban en eventos de gran calibre, sin pensarlo mucho le platico el plan y al mostrarle el avance que tenían, quedo convencido, accedió en ayudarles, todo estaba saliendo como lo había planificado, las obras ya estaban listas, siempre que podía trabaja en su propia obra afinando los detalles finales, no había día que no se le viese correr, rodeada de gente, llevando papales a los profesores mostrándoles los avances; si alguien preguntaba por ella y no estaba en sus clases, la podrían encontrar fumando en la entrada de la facultad sentada en las escaleras admirando el cielo, si no estaba ahí, debía estar durmiendo en un jardin cerca del edifico de audiovisuales o en el edificio de danza comiendo con Koga, ambos se habían vuelto muy unidos su amistad había crecido en poco tiempo, todos lo notaban, se rumoraba que estaban saliendo ellos no desmentian nada solo al escuchar el tema se reían, hasta Hiruma habia escuchado el rumor, los había visto juntos en algunas ocasiones, aunque sintiera celos el no se había acercado a ella, no queria equivocarse nuevamente, verla de nuevo y pensar que desapareciera, le dolía, le hacía recordar esos meses de angustia, pensando en ella, investigando su paradero para visitarla, fiestas, alcohol, mujeres distintas en su cama, nada daba resultado, de nuevo se enfrasco en su mundo para hacerse fuerte, ahora se sentía frustrado, no podía dejar pasar más tiempo, debía actuar si o si, cuando se entero de la fecha de la subasta sabía que debía ir y arreglar esto de una buena vez.

La Lucha Del DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora