... Reflejo ...

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Se maldecia una y otra vez por no haber escogido un vestido más cómodo, le estaba costando llegar a la habitación, era demasiado estrecho para mover las piernas, y las zapatillas no le ayudaban en nada, como pudo las aventó para así andar mas rápido. Por fin llego a la habitación entro y cerró con seguro, tomo aire y comenzó a buscar sus cosas no estaban por ningún lado, habían dejado limpio el lugar, volvía a maldecir pero recordó que en la zona donde la habían maquillado había dejado sus tennis, se acercó, ahí estaban esperándola, se agachó, los tomó como si valieran oro y se los coloco, un problema menos, ahora debía buscar algo que ponerse, rebusco por todos lados pero nada servia, se miro al espejo por unos segundos, noto que aquel golpe le había abierto un poco la cabeza, tenía sangre sobre su ojo, en ese momento se le vino la brillante idea de romper el espejo, esperaba no llamar la atención de aquellos dos, pero los tiros le ayudarían a dispersar el ruido, así lo hizo tomó una de las sillas y la aventó con toda su fuerza, el espejo cayó en varios pedazo, tomo uno de ellos con mucho cuidado y comenzó a cortar la tela de enfrente del vestido tratando de no llevarse un pedazo de piel, dejó una pequeña falda siguió cortando pero ahora la cola del vestido, sabía que llamaría demasiado la atención, era eso o pelear de nuevo con ellos, no estaba en momento de elegir, se acercó a la puerta, la abrió con sumo cuidado por un momento no se escucharon disparos, trago saliva, salió corriendo hacia la salida de emergencia, lo hizo con toda su fuerza, al llegar miró que estaba abierta así que salió, sin antes mirar por ambos lados que no hubiera nadie, al estar segura salió corriendo sin un rumbo fijo, llegó a la calle principal, identificó donde estaba y comenzo a correr de nuevo, sentía la mirada de todos, estaba segura que pensaban que está promocionando una película o estaba grabando un video, pero la realidad era otra, al ubicar un parque conocido se acercó, se dejó caer en una banca para poder recuperar energías, sacó su móvil que llevaba escondido entre sus pechos y llamo a sus amigas, miraba para todos lados, hasta que escucho la voz de Sayaka

— Ren... ¿!¿Eres tu!?!? ¿Estas bien? ... ¡¡¡ Maldita sea esta viva !!! ...—

La voz de Sayaka estaba muy exaltada se escucharon unos victoreos atrás de ella, al parecer no estaba sola. 

— No pensé que la liberaría esta vez, ¿con quien estas? .—

Estaba dudosa de decir más, no quería involucrar a sus amigas en más líos o dar su ubicación, no estaba segura si se encontraba retenidas por el padre de Kid, ya habían hecho demasiado por ella.

— Estoy con Kyoko y Riku, estamos cerca de tu apartamento, ¿ Donde estás?, ¿Quieres que vayamos por ti? .—

La novia suspiro aliviada, no habían sufrido algún daño, debía moverse rápido de ahí o la descubririan, aunque no estaba segura que en el camino pasara algo, fue sacada de sus pensamientos por la voz de su amiga que la llamaba con desesperación. 

— Perdón, perdón, me quedé perdida por un minuto, estoy en el parque Minto, nos vemos en mi apartamento hay una llave debajo del tapete, entren, en unos minutos estoy haya, cuidense, cuando esté en la entrada solo tocare una vez, así sabrán que sere yo ¿ok? ...—

— Está bien... Cuidate ...—

Sin decir más, Renka corto la llamada ya había descansado lo suficiente así que podía seguir, se levanto de la banca para comenzar a correr, las calles se veían desiertas al parecer el torneo la Christman Bowl los tenía a todos refundidos en su casa. Pasaron unos 10 minutos hasta que llegó a la zona de departamentos, subió las escalares hasta el pasillo donde estaba su puerta, camino con cautela para que ningún vecino la viera, al estar enfrente de esta, tocó solo una vez, su mirada estaba demasiado fija en la puerta que al verla abierta y ser jalada hacia dentro se asustó un poco, sintió los cálidos brazos de Sayaka cubriendo su cuerpo mal trecho, al prestar atención, observó a Kyoko recogiendo los adornos de su sala y escucho la voz de Riku a lo lejos, sintió alivio estaba segura, abrazo con fuerza a su amiga, respiro agitada, estaba a punto de llorar pero se contuvo observó que Kyoko y Riku se acercaban, ambos las abrazaron estaban tan felices que estuviera bien, habían visto cuando Hiruma bajaba del helicoptero pero todo se desplomó cuando escucharon la primera detonación de la escopeta, Riku estaba dispuesto en ayudar al rubio, fue detenido de golpe por las dos chicas que lo sacaron de ahí a la fuerza, ahora ya todo era mas tranquilo al verla, separaron el abrazo para observarla, se asustaron mucho al ver su rostro con sangre, el vestido completamente rasgado, su cuerpo temblando, los dos chicos se hicieron a un lado para que la pelicastaña, la llevara a la sala, fuera por el botiquín a la recamara  y comenzará a curarla, trataron de no bombardearla con muchas preguntas, la novia fugitiva les contó con lujo de detalle todo lo que había pasado, la llegada de Hiruma, la masacre que se inicio, el culetazo que le había dado Kid por desobedecerlo, todo perecia de película, ella al platicarlo se escuchaba tranquila, su forma de expresarse, en cómo los miraba, mientras Sayaka le limpiaba la herida de la cabeza, volvía a tener ese brillo en sus ojos que la caracterizaba, su familiar tono de voz cantado, eso los calmaba, pero no podían perder tiempo debían hacerla desaparecer, al terminar la curación, los tres chicos la miraron y Riku habló. 

— ¿ Que vamos hacer de aquí en adelante ? .—

Renka se levantó del sofá donde estába, se estiró y les sonrió. 

— Ustedes no harán nada, ya han hecho mucho por mí, tomaré mis cosas y me iré a Estados Unidos ...—

Los tres quedaron muy sorprendidos por la respuesta, nunca imaginaron que ella literal se iría y desaparecería para no molestarles más, le dio una ligera palmadita en el hombro a Riku, para dirigirse  a su habitación para sacar unas maletas de su armario y comenzar a meter sus cosas, mientras los otros tres se quedaron en la sala pasmados, no sabían que decir o que hacer, ella había decidido y no la harían de cambiar de opinión, Kyoko camino hacia donde estaba Renka, quedándose en el cuadro de la puerta. 

— Prometeme que volverás, que no te olvidarás de nosotros, que no nos vas a cambiar por nadie, prometemelo Renka, ¡ Prometemelo ! ...—

Esa última palabra Kyoko la grito con toda su fuerza, la capitana no quería voltear a verla, no quería ser débil, le dolía haberles dicho eso de repente, era lo mejor para ella, para sus seres queridos, en ese momento Sayaka entró y la tomó de los hombros

— Siempre fuiste así de problemática ...—

Río de forma leve.

— Recuerdo que la primera vez que te conocí, ibamos en la secundaria, me ayudaste con el estupido de Murata que no dejaba de acosarme y llegaste tu con tu sonrisa cínica a darle un puñetazo, en ese momento pensé que estabas loca, no dejaste que se levantará hasta que me pidió perdón de rodillas, al verte tan firme, al preguntarme si estaba bien y cuidarme desde ese momento me di cuenta que eres demasiado especial, siempre riendote, siempre siendo la bribona del salón, la que buscaba pelea con los hombres y demostraba su poderio, la que no se rindió ante nadie, solo prometeme que no te olvidarás de nosotros por favor .—

Renka lloraba en silencio, estaba haciéndoles más daño que un bien, sabía que debía salir de sus vidas por un tiempo, para arreglar la suya, se levanto y les dio la cara a sus amigos incondicionales, su llanto aumentó, se sentía una basura, hizo una reverencia y habló lo suficientemente fuerte para que los tres escucharan. 

— Gracias por todo,  por sus cuidados, su atención, sus palabras, su amor, por su tiempo, por todo lo que me han dado, los quiero demasiado ...—

Hizo una breve pausa para recuperar el aire.

—Prometo volver, prometo no olvidarlos, prometo no deshonrar su sacrificio, gracias por hacerme parte de su familia ...—

Renka levantó el rostro, miró a sus amigos los cuales estaban llenos de lágrimas, seco sus  lágrimas con su antebrazo y les sonrió con la última felicidad que les quedaba, continuó guardando su pertenencias, el llanto de Kyoko intensificó, mientra los otros dos le ayudaron a juntar sus cosas para comenzar a guardarlas. Todo estaba listo para irse, sus pertenecías ya estaban guardadas en las maletas, se había cambiado de ropa para que fuera más difícil encontrarla, sus muebles y todo lo demás del departamento, lo dejaba al cuidado de su familia, ellos podían hacer lo más les conviniera, al momento de dejar su vida atrás les pidió un último capricho, que se tomaran una fotografía, sus sonrisas se veían dolidas pero no podía hacer más, tomaron la foto y se fueron del lugar, debían continuar, un vuelo la esperaba. 

La Lucha Del DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora