Ya llega la hora de la verdad

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Tras años de entrenamiento, sabia que este seria mi ultimo año de competencia. Después entraría a la universidad y dejaría de competir por un largo tiempo. Debía aprovechar este tiempo al máximo tanto en Hapkido como en Taekwondo. En Hapkido me llevaba bien con los muchachos, pero en Taekwondo me sentía mucho más cómodo.

Se acerca una competencia clasificatoria a los nacionales. Estamos a mitad de año y se aproxima la hora de la verdad. Resulta que tengo una competencia en Taekwondo a una semana de una de Hapkido y las dos son competencias que definirán mi puesto para pasar a una selección departamental y así poder competir en los nacionales.

Ningún profesor me quiere, por entrenar las dos disciplinas. Ellos saben que yo tengo potencial, pero no me apoyan en la otra disciplina. ¿Porque son tan egoístas? Al fin y al cabo yo hago esto porque quiero.

Es día de clasificar en Taekwondo. Y en el bus me acomodo al lado de Anastasia, pues no quería levantar sospechas de nada con Carolina. Durante ese viaje Anastasia se apega mucho a mi y yo a ella, hablando de trivialidades y tomándonos uno al otro de las manos.

Al llegar al evento veo que en el coliseo hay cinco tatamis armados. Y veo mucha gente llegar. Reviso mi categoría y no era sorpresa encontrar a más de treinta personas en ella. El tiempo transcurre fastidiosamente lento y cada vez estoy más tranquilo, a veces dormitando. En un momento que mi conciencia recae en mi me doy cuenta que no puedo estar en este estado y comienzo a calentar. A medida que bajo los escalones de la gradería me doy cuenta que la gente me mira. Parece que me conocen y tengo cierta popularidad.

Al fin comienza el primer encuentro contra un participante que tiene cinturón amarillo. Estos cinturones "amarillos" son los más peligrosos, pues nunca se sabe que tanta experiencia tienen, pueden tener poca o pueden ser mejores que los cinturones negro. Sin embargo más que decidido lo golpeó al rostro con una semicircular que nunca esperaba venir. Siento como tengo una barra a mis espaldas, parece que la gente disfruta de ver mis combates. Tenía razón este muchacho es muy rápido y me acierta varios golpes a los costados, suficientes como para que pueda reaccionar un giro con talón al medio para separarlo. Nos golpeamos uno al otro durante los dos rounds, y por dentro me preocupo, pues no estoy guardando mi energía. Finalmente los jueces toman una decisión y ganó este primer combate. Al salir del área todos me felicitan, pero no me gustan las felicitaciones precipitadas. Es mejor aguardar al final.

El siguiente combate es contra un cinturón negro. Este si hay que tener cuidado, durante el saludo lo miro a los ojos. Quiero saber su personalidad y esto se logra mirando a los ojos. Me doy cuenta que es una persona muy acelerada y en el combate lo demuestra muy evidentemente, me ataca sin pensar, en línea recta, lo que es muy peligroso. En el segundo round, después de haber estudiado el combate. Espero el ataque y me desplazo a 45 grados evitando el ataque y contra atacando con un talonazo a la quijada. Sin lugar a dudas esto me da el puesto a las semifinales ese día.

El siguiente combate es contra un cinturón azul. Había estado observando mis combates y tenía prudencia, por no decir que no sabia que hacer. A troche y moche lo saco repetidas veces del cuadrilátero. Mi Coach me dice que me dosifique y eso hago. Aun me falta la final y debo aguardarlo.

Por fin me encuentro en la final, mi adversario es más alto que yo. Tengo una gran ventaja y es mi bagaje técnico que poseo. Debo de ganarle técnicamente. Espero, estudio los movimientos y en menos de lo que canta un gallo me patea la cara tan fuerte que el mundo se cae, se ve muy oscuro, no siento mis piernas, comienzo a caminar en circulo hasta que caigo desplomado. ¿Todo el tiempo de entrenamiento para esto? No podía permitir que me golpearan así. Detienen el combate. Pero yo me levanto muy rápido antes de que den por ganador a la otra persona. Le imploro al arbitro que me deje seguir. El arbitro me pregunta que si estoy seguro y que nadie se hará responsable por lo que me vaya a pasar. Gracias a dios el arbitro accede a mis peticiones y por muy raro que parezca continúa el combate. Con mucho miedo me pongo en guardia pero esta vez me desplazo y lo golpeo con un hachazo a la cara. Efectivamente con mi talón le rompo la nariz. Se acaba el combate al haber sangre y me dan por ganador.

La sensación de ganar es indescriptible, te sientes el rey del mundo, te sientes infinito. Sabes que todo esto algún día quedara en el pasado, pero en este momento eres tu el protagonista de la historia. Tu eres el primero en el podium al que fotografian. Eres tu al que todos quieren saludar. Eres tu el orgullo de tu entrenador y de tu madre y tu padre. Eres tu el campeón.

Después de subir al podium aun sin creer que había ganado voy a dar una vuelta afuera del coliseo con Anastasia. Tomados de la mano y hablando como amigos, cada vez siento algo diferente por Anastasia, nose que me pasa, pero esta chica sabe como hacer lo suyo. Yo sabia que Anastasia tenía novio, sin embargo...

- Estuviste fantástico Fred - me felicita Anastasia.

- Gracias Anastasia - le respondo dándole un abrazo.

- Me gustan tus abrazos

- A mi me gusta hablar contigo - le digo divagando - durante el tiempo que no te veo, siento una inmensa necesidad de hablarte y no poder me molesta.

- Estamos como igual ¿no te parece?

-¿Tu también? Perfecto

En este momento de la conversación la miro a los ojos. Ella tiene unos ojos verdes, hermosos, que iluminan toda la penumbra en la que nos encontramos. Nos acercamos lentamente después de haber enardecido el uno al otro sin saber y tampoco pensando en el brollo que seguiría a continuación. Nos besamos y yo la tomo por la cintura mientras ella me toma por el cuello.

-Se que sabes que tengo novio, pero quiero que lo olvides. Tal vez mis sentimientos por él ya los he sabido relegar.

-No entiendo en que momento te convertiste en alguien tan especial para mi, esta bien lo olvidare. Pero no vayas a olvidar lo que pasó hoy aquí.

Ella me mira tiernamente y nos volvemos a besar. Después nos damos cuenta que ya es muy tarde y nos volvemos a reunir con el equipo. Subimos al bus y nos disponemos en los mismos asientos que en la venida. Ella se duerme en mis piernas y yo disfruto de verla dormida. Ella es preciosa.

Mientras tanto, en mi mente cada vez me increpaba más a mi mismo. No podía creer lo que había pasado hoy. Aun no podía anudar mi vida. Pero tenía que disimular para que nadie me hiciera preguntas que no sabría responder. ¿Qué pasaría con Carolina? ¿Tendría algo con Anastasia? ¿ Valeria seria con quien viviría y madre de mis hijos? Tenía muchas dudas dentro de mi. Solo me podía refugiar en los libros y en el internet para tomar una decisión. Pero aun no la tomaría, esperaría después de los nacionales y esto seria mi secreto.

En mi rutina de semana aun me hablaba con mi ex novia Jade que me contaba todas las desventuras que le decía Laura que había vivido, aunque Jade y yo sabíamos que eran historias creadas de la imaginación de Laura. Yo me había alejado tanto de Laura que el más mínimo saludo era algo muy extraño. Algo que me molestaba es que a ella mi maestro de Hapkido le diera tanta importancia. Laura no era nadie, en cambio yo que tanto había ganado y tanto recorrido que tenía, él a mi no me valoraba. Esto me molestaba de más, pero no podía decir nada, porque para ganar enemigos solo hace falta abrir la boca. Aunque si admito que a veces recurría a Laura para buscar un favor, aunque lo hacia con el mínimo placer, pues los favores quedaban mal hechos o simplemente sin concluir.

Felipe que antes me pegaba tanto y siempre me daba tundas, ahora después de este tiempo entrenando en Taekwondo yo había mejorado demasiado. Ahora yo era el que le daba las tundas. Felipe además de eso había desmejorado, todos en Hapkido habían desmejorado en el ámbito deportivo. Yo no le dije nada al maestro, porque lo que menos quería era un problema, aunque si me preocupaban mucho mis compañeros y su nivel frente a los demás.

Nadie nace campeónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora