Un tiempo después me di cuenta de que esta experiencia me abrió los ojos. Ya no esperaba nada de nadie, todo lo que me proponía realizar lo tendría que hacer por mi propia cuenta. En estos días no se puede contar con nadie ya que es muy escasa la verdad.
Conseguí unos guantes de MMA y en lo primero que pensé era en ponerme a prueba. Quería saber si en realidad sabia pelear a comparación de la gente normal y por este motivo decidí que no había mejor forma de saberlo que retar a una pelea libre a mis compañeros de clase. Les propuse mi idea y ellos aceptaron sin pensar mucho. Les dije que fueran a mi casa y todos llegaron según la hora asignada, al parecer habían muchas personas que me querían golpear y ponerme a prueba.
Yo estoy muy ansioso y los espero con un pantalón negro que es el que uso para entrenar, una camisa interior y en la cintura me amarré mi cinturón azul. Ellos tenían unas bermudas y camiseta normalmente como si fueran a reunirse para hablar. Decidimos grabar las peleas y prometemos cuidarnos en el combate.
En el lugar donde se realizarían los combates seria en el patio de la casa que estaba vacío y era espacioso en forma de rectángulo. Las paredes eran blancas y tenían cuadros colgados en lo alto de las paredes. Afortunadamente me encontraba solo, mis padres no se imaginaban siquiera lo que a continuación sucedería.
Empiezo el primer combate con un muchacho delgado. Él se quita la camiseta para no sudarla y se pone los guantes. Ya estamos listos y los otros compañeros nos comienzan a grabar. Él me hace una finta y yo respondo con una patada giratoria de inmediato, ya me había analizado. Me ataca con una ráfaga de puñetazos muy certeros, no se que hacer solo me cubro y espero que cese. Le logro acertar una patada al cuerpo. De inmediato vuelve a atacar con la ráfaga de puños pero esta vez en lugar de cubrirme solamente, me cubro y ataco al tiempo con una patada frontal que lo devuelve, vuelvo a atacar nuevamente con la otra pierna lanzando la misma patada y doy en el punto exacto dejándolo fuera de combate. Solo duro 45 seg el combate y ya lo había terminado. Yo no creía lo que había pasado.
Sin más siguieron los combates, esta vez fue con un tipo muy alto que media 2 metros aproximadamente. Él era lento y lo mantenía a distancia con mis patadas, se sentía la inseguridad en sus golpes pero solo hizo falta un puñetazo de él en mi rostro para hacerme sentir todos los huesos de la cara. Le golpeo la cara con una patada semicircular lo que hace que este quede muy asustado y abandona el combate. Ya había sacado a dos retadores en menos de un minuto por combate, era algo alucinante.
Llega el tercer combate. Esta vez mi oponente era un poco más pequeño que yo. Lo ataco con patadas descendentes y el solo se cubre, en medio del combate lanzó un puñetazo a la quijada acertando en el blanco sin saber de que al estar nosotros cerca a la pared mi golpe haría que su cabeza fuera a parar con la pared recibiéndola. Mi oponente cae al piso noqueado habiendo perdido el conocimiento por 30 seg. Yo me asusto tremendamente porque no había medido las distancias. Al final del día me sentía muy bien, había ganado todas las peleas. Me había ganado el respeto de mis compañeros y estos se marcharon a casa. Mis padres llegaron mucho después de los acontecimientos y jamás se enteraron de dichas peleas.
Después de ese día la gente en mi colegio hablaba de mi, me había hecho popular y todos comentaban acerca de los vídeos y mis patadas. Ya me dejaron de hacer bullyng y la gente comenzó a temerme.
Tiempo después tenía más retadores pero esta vez habría público y por consiguiente harían apuestas. Se realizaría un torneo de combate libre y cualquier estudiante podría ingresar, este torneo obviamente era clandestino y no había ningún tipo de seguridad médica ni protección. Era totalmente ilegal. Organizaron el torneo de tal forma que yo tuviera solo una pelea, primero pelearían los retadores entre ellos y al final el campeón de los retadores pelearía conmigo la final por el botín. Se pagaría doscientos mil pesos colombianos al ganador y absolutamente nada el perdedor. Me llega la invitación de dicho torneo al movil y acepto de inmediato sin titubear. Me sentía muy seguro ese día y ni siquiera pensé en las consecuencias " es imposible que pierda" pensaba yo al aceptar esta invitación.
El evento se realizaría en los suburbios de la ciudad, en la mansión de la persona más popular en la escuela que se llamaba Tían, se realizaría a las 7 pm durante una fiesta a a la que todos los alumnos desde noveno de bachillerato hasta el último grado estaban invitados. En la entrada había una cuota de diez mil pesos para ver las peleas.
Yo llego a la fiesta solo, sin compañía. Todos me saludan. De inmediato sale Tían para darme un recorrido por su mansión.
- Hola que tal Fred, ¿como te sientes para la pelea de esta noche?- pregunta Tían inquieto - se que tu vas a ganar el botín.
-Hola, me siento bien. Pero ¿en donde son las peleas? - preguntó para informarme mejor.
Él me muestra la mansión, después salimos a el patio trasero donde se encuentra la piscina. Precisamente a unos 20 metros de la piscina estaban las peleas que ya habían empezado.
Los muchachos hacían un circulo y en medio de este se liberaban "peleas de gamines" porque no tenían ningún estilo de pelea, ni siquiera sabían ponerse en guardia. Pronto terminaron los encuentros entre retadores, ya tenían al ganador que se enfrentaría contra mi. Tían llama a todos los participantes de la fiesta para observar el evento que se realizaría a continuación. En menos de cinco minutos el área estaba rodeada por personas que sólo habían asistido para verme pelear.Tían me dice que para participar debía quitarme la camiseta que llevaba puesta. Me quito la camiseta un poco nervioso, esta vez no tenía ni pantalón negro ni cinturón. Simplemente tenía una pantaloneta roja que me llegaba a las rodillas. No hacia falta mi presentación, todos en la escuela me conocían por lo que presentaron solamente al retador. Mi adversario se hacia llamar blader, era de mi misma altura, era fornido, de piel oscura, de pelo muy corto con tribales dibujados en el pelo y pesaba aproximadamente 80 kilogramos. Yo solo pesaba 60 kg pero ya no podía tergiversar mi decisión de pelear.
Tían dio inicio a la pelea y blader me atacá de inmediato con puñetazos contundentes. Mi adrenalina apenas empezaba a emitirse por mi cuerpo, por lo que hizo que estos primeros golpes me dolieran demasiado. Después no sentía dolor, era como si me hubieran aplicado morfina y veo todo con más claridad. Logro separar a blader con dos jap y un gancho ascendente. En el momento que blader vuelve a atacar reacciono dando un paso atrás y lo golpeo con una patada semicircular al rostro lo que lo deja desorientado. Es el momento perfecto para terminar la pelea, me acerco para volver a atacarlo pero inmediato reacción con varios puños semicirculares al rostro. Era tanto el enojo de blader en ese momento que se cegó en la ira y tropezó. No podía desaprovechar la oportunidad y lo agarro por el cuello, proyectándolo al piso. Blader era mucho más fuerte que yo por eso me voltea quedando él encima mío. Todo párese haber acabado para mi pero yo seguía aguantando la respiración mientras él me estrangulaba. Por un momento blader me suelta creyendo que yo me había rendido y todo había acabado pero yo de inmediato reacción aplicándole un mata León con la poca fuerza que me quedaba. Forcejeamos y por fin parece cesar. Lo liberó de la llave y me doy cuenta que blader estaba inconsciente.
Muy ofuscado veía a la gente aplaudiendo y grabando la pelea. Recibo el premio y me voy a casa.
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Nadie nace campeón
Teen FictionTrata sobre un chico inseguro que al empezar a entrenar artes marciales consigue seguridad en si mismo, una hermosa novia y los mejores amigos de toda la vida. En su carrera deportiva llega a ser el número uno a nivel nacional. Pero todo esto no es...